Usos variados para un producto muy valorado por la industria

La disponibilidad e intensidad de la luz son los factores determinantes para el crecimiento de los microorganismos fotosintéticos. La mayor parte de la biomasa de las microalgas se comercializa como alimentos saludables, en forma de tabletas y cápsulas, aunque, tanto algunas de ellas como sus extractos, se incluyen como suplemento en pastas, vino, refrescos, cereales y cosméticos. También se utilizan en sistemas de tratamiento de aguas, pudiendo retirar metales pesados o macronutrientes del medio acuático. A su vez, también son esenciales en acuicultura para el cultivo integral de moluscos y de estados larvarios de algunos crustáceos y peces. Se utilizan también para el cultivo de especies intermedias, formando parte de la cadena alimentaria que tiene lugar en todo criadero convencional. Parte de la producción se emplea, además, en la alimentación de peces tropicales y en avicultura, para incrementar la pigmentación.