Urbanismo no cobrará las licencias para adecentar fachadas hasta el mes de junio

A dos meses del comienzo de la Feria de San Antonio y con el objetivo de que la ciudad luzca su mejor cara para esas fechas, el Ayuntamiento chiclanero exime a los ciudadanos del pago de licencias para las obras de pintado y encalado de fachadas. Así, desde ayer y hasta el 11 de junio se pueden solicitar las autorizaciones necesarias en la Delegación de Urbanismo.

El año pasado, el bando recogía que solo las actuaciones con necesidad de ocupar la vía pública, en la mayoría de ocasiones con andamiaje, debían hacer frente a la tasa relativa a este concepto. Sin embargo, este detalle no se reflejaba en la información emitida ayer por el Consistorio, ni se ha publicado aún el bando en la web municipal.

La concejala de Urbanismo, Marisol Ayala, explicó que, a través de este edicto, el Ayuntamiento de Chiclana pretende «facilitar la labor de muchos chiclaneros y chiclaneras, que se esmeran y se esfuerzan para que la ciudad cuente con un buen aspecto, con motivo de la feria de San Antonio, que este año se celebra del 11 al 15 de junio». Asimismo, añadió que la eliminación del importe de este tipo de tasas municipales ha sido fruto «del esfuerzo en la gestión del Ayuntamiento de Chiclana por parte del equipo de Gobierno».

Plan sin efectos

A la vez que se repite esta iniciativa para mejorar el aspecto estético de la ciudad para la llegada de las fiestas locales, casi dos años han pasado desde que el Consistorio, a través de la ya extinta Gerencia de Urbanismo, anunciase un Plan de Arreglo de Fachadas que no ha tenido hasta ahora mayor recorrido.

A principios de mayo de 2012, el entonces delegado de Urbanismo, Andrés Núñez, dio a conocer un plan de actuación para «favorecer la estética comunitaria del centro de Chiclana». A pesar de que se anunció como una medida que se ejecutaría «en un futuro muy próximo», a día de hoy no se ha llevado a cabo ni se conocen novedades.

Con el objetivo de mejorar la imagen del casco histórico para revitalizar el centro y aumentar su atractivo turístico, Núñez dio a conocer una actuación dividida en varias fases. Primero estaba previsto realizar un inventario de las viviendas susceptibles de arreglo y, posteriormente, se evaluarían individualmente para determinar si existe peligro de derrumbe o riesgo para la integridad de los ciudadanos. En último lugar, los propietarios serían los responsables de ejecutar las obras de adecentamiento.