Ignacio Cosidó y Rafael Matesanz, ayer, al dar los detalles de la operación policial. :: J. L. PINO / EFE
Sociedad

Acaudalado libanés busca hígado en España

Detienen a cinco personas que ofrecían hasta 40.000 euros a quien donara un trozo de su órgano

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El protagonista de la historia es un alcalde de una localidad del Líbano. Este hombre, adinerado, decidió someterse a un trasplante de hígado en España -por la alta reputación internacional que tiene nuestro país en este tipo de operaciones- para paliar la enfermedad hepática crónica que padecía. Hasta ahí, todo normal. El delito comienza que el susodicho ofreció hasta 40.000 euros a aquella persona que, tras realizarse las pruebas que confirmaran su compatibilidad, le 'donara' una porción de su hígado. La maquinaría se puso en marcha y una red de intermediarios captó en centros religiosos musulmanes de Valencia a nueve inmigrantes en situación irregular y de pocos recursos, que se sometieron a pruebas médicas como análisis, resonancias abdominales y volumetrías hepáticas para comprobar si eran los candidatos idóneos para el receptor libanés de 61 años. Y resultó que uno de ellos lo era. Un ciudadano de nacionalidad rumana que aceptó la oferta y se trasladó a Barcelona.

Allí, en el Hospital Clínico, el hombre se encontró con el 'Spanish Model', un conjunto de medidas rutinarias que se toman siempre que el donante del órgano es una persona con vida para garantizar que no hay dinero ni presión de por medio. El protocolo exige tres controles: una entrevista con el médico, que el Comité de Ética del hospital apruebe la donación y, por último, que el donante declare ante un juez que la operación será un acto totalmente voluntario. Por desgracia para el alcalde libanés, su donante potencial no superó la primera entrevista. El coordinador de trasplantes del Clínico de Barcelona rechazó al hombre de origen rumano porque no tenía pruebas que confirmaran su parentesco con el receptor y no podía garantizarse el carácter altruista de la operación. El enfermo decidió entonces viajar con su hijo a España donde se realizó el trasplante, esta vez sí, dentro de la legalidad.

Cadena de detenciones

Paralelamente a todo este proceso, una de las mujeres que se hizo las pruebas de compatibilidad, de 28 años y origen argelino, contó a una de las responsables de una ONG de Valencia cómo un amigo de su marido le había ofrecido mucho dinero por donar una parte de su hígado. Ella fue descartada al estar embarazada. Así, fue la ONG la que dio la voz de alarma y denunció los hechos a la Policía Nacional de Valencia en junio de 2013. La investigación se puso en marcha. Al ser el primer caso de trasplantes ilegales de órganos en España, los agentes de Valencia contactaron con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para que les ayudaran a manejar este curioso caso. Ellos fueron los que confirmaron a la Policía que en los últimos días un hombre rumano había acudido al hospital barcelonés para someterse a un trasplante pero su caso había sido rechazado en la primera entrevista. De esta forma, los agentes consiguieron seguir el rastro del político libanés y, a través de él, de los intermediarios que captaron a los potenciales donantes.

Gracias a esta colaboración conjunta, se consiguió detener el pasado 30 de enero en el aeropuerto de Manises (Valencia) al libanés receptor del hígado y a uno de los intermediarios. A la semana siguiente fueron detenidos también en Valencia el otro intermediario de la operación y los dos propietarios de la empresa de Alicante, a la que se facturaron los 12.000 euros que costaron las pruebas médicas de los inmigrantes.

Los cinco detenidos quedaron ayer en libertad, aunque tres de ellos fueron imputados por un delito de tráfico ilegal de órganos. El caso está en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Valencia, que continúa con la investigación para esclarecer los hechos.