CÁDIZ

La Armada tendrá que decidir entre construir los BAM o la sexta fragata F100

El anuncio de Montoro levanta expectativas en la Bahía, aunque los astilleros gallegos también pujan por el encargo

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La Armada tiene la última palabra. El anuncio que hizo el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre la inminente contratación de un barco militar a Navantia para España ha levantado expectativas en los astilleros de la Bahía y, en especial, en la factoría de Puerto Real, que lleva paralizada desde hace dos años. Sin embargo, este encargo también ha suscitado el interés de las plantas gallegas. Montoro adelantó que la financiación de este nuevo buque se llevará a cabo con fondos propios del Ministerio de Industria, ya que el presupuesto de Defensa es mínimo y su deuda muy alta.

El responsable de Hacienda no quiso dar más detalles de esta operación, aunque destacó que será ahora la Armada la que tenga que priorizar sobre sus necesidades y ajustarse al dinero disponible para esta operación. No es fácil, ya que la Armada ha dado de baja a 25 buques desde 2008, el último, el portaaviones ‘Príncipe de Asturias’. En este tiempo ha entrado en servicio la primera fase de los Barcos de Acción Marítima (BAM), que suman cuatro buques, el Barco de Aprovisionamiento en Combate (BAC), el ‘Cantabria’, la quinta fragata de la clase F-100, la ‘Cristóbal Colón, y el buque anfibio LHD ‘Juan Carlos I’. Todos estos buques –construidos por Navantia entre 2005 y 2011– conforman el grueso de una Armada más polivalente y moderna, que incluso ha permitido exportar el modelo a países como Noruega o Australia. De hecho, la Marina Australiana ha alquilado el BAC ‘Cantabria’ durante un año y no se descarta ahora que encargue un buque idéntico a los astilleros españoles.

Los efectos de la crisis han mermado la maniobrabilidad del Ejército en su conjunto y la infraestructura de la Armada. El Estado Mayor de la Armada anuló a mediados de 2010 las inversiones en modernización de su flota y más tarde se vio obligada a frenar la construcción de la sexta unidad de las fragatas F-100 (la ‘Juan de Austria’) y la segunda fase de los BAM, que contemplaba cinco nuevos barcos: tres patrulleros, uno oceanográfico y uno de salvamento. Esta inversión quedó sobre la mesa con el último gobierno socialista. El presidente Zapatero y la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, anunciaron esta inversión, pero nunca se llegó a firmar, aunque en 2011, antes de perder las elecciones, se puso de manifiesto que se haría a través de un crédito puente entre el Ministerio de Industria y el de Defensa, similar al que ahora anuncia Montoro. La llegada del PP al Gobierno de la Nación en noviembre de 2011 obligó a aplazar esta iniciativa por falta de dinero.

Un coste elevado

El anuncio de Montoro resucita ahora ambos proyectos pero, cada uno por separado, tiene su sede de construcción. La dirección de Navantia ha fijado en su plan estratégico que las factorías forman un todo y ya no se trabajará de manera disgregada. No obstante y para aclarar conceptos, la primera fase de los BAM se hizo en el astillero de San Fernando, mientras que las cinco fragatas F100 han salido de Ferrol. La decisión de la Armada se antoja difícil ya que el coste de una fragata, más de 600 millones de euros, es el triple que el de un BAM, unos 198 millones de euros.

El presupuesto de Defensa se ha reducido en un 32% desde el inicio de la crisis: de los 8.491 millones de 2008 a los 5.745 millones previstos para 2014, del cual se destina un 77% para pagar las nóminas del personal. Su capacidad es mínima y sus necesidades, grandes. La Armada en particular necesita fragatas y patrulleros. Así consta en uno de los últimos documentos de planificación, que recoge una declaración de intenciones de para el periodo 2012-2016. Este documento recoge la construcción de cinco unidades de la nueva serie de fragatas F-110 para sustituir a las fragatas de la clase ‘Santa María’ y estar operativo en 2025 y también incluye la segunda fase de los BAM.

Un dossier con las prioridades

En una entrevista publicada en enero por el digital Infodefensa, el almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado, afirmó que la prioridad «en los próximos años» es iniciar la construcción de las nuevas fragatas F-110 y la segunda serie de Buques de Acción Marítima (BAM), que, en este caso, fue aprobada por el Gobierno aunque pendiente de financiación. El ‘sueño’ de la Armada española es disponer en la próxima década, entre 2022 y 2025, de cinco unidades de las nuevas fragatas F 110, un buque que supondrá un nuevo concepto operativo y que sería uno de sus barcos ‘estrella’ hasta después de la década 2050. El mástil que integrará todas las antenas del barco y el sónar remolcado con capacidades antisubmarinas son dos de sus avances tecnológicos más destacados. El objetivo de la Armada es que las futuras fragatas F-110 cubran los espacios que hay entre los actuales fragatas F-100 y los BAM.

El nuevo concepto operativo que estudia la Armada recoge que la principal característica de las F-110 es su aspecto ‘multimisión’, lo que le permitiría actuar en funciones de escolta de «unidades más valiosas», como el Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’, y también actuar en solitario en zonas próximas al litoral. Así, se dedicarán tanto a «operaciones de alta intensidad», lo que ahora hacen las fragatas de la clase ‘Álvaro de Bazán’, como a las «operaciones de baja intensidad» asignadas a los BAM.