Apuntes

Un apartado más de la fiesta de Cádiz

El Ayuntamiento acierta al incluir el Carnaval Chiquito en el programa oficial para aportar servicios y protegerlo de los que pretenden manipularlo

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La Delegación de Fiestas ha decidido dar un paso que traerá polémica. Una del mismo tamaño que si hubiera decidido hacer lo contrario. Se trata de incluir el Carnaval Chiquito en el programa oficial de la gran fiesta gaditana por primera vez en los casi 30 años que tiene este apéndice, prórroga informal de la histórica celebración previa al inicio de la Cuaresma. Lo hace después de los incidentes registrados el pasado año en el que los últimos participantes en las últimas horas de esa última noche tuvieron un encontronazo con la Policía Local que derivó en incidentes, denuncias cruzadas y posteriores castigos judiciales contra varios de los implicados. Ahora, Fiestas aplica la lógica al incluir este tercer y último Carnaval en el mismo sistema de organización colectiva que los otros dos, con similares condiciones de horario, seguridad y limpieza. Nada deben temer los que vayan a disfrutar del mágico ritual, del perfecto orden caótico, del encuentro con las coplas callejeras. Si ese sistema es suficiente en los dos primeros domingos, con afluencia mucho mayor, con carruseles de coros y cabalgatas, debe ser igualmente adecuado en el tercero, más liviano. Ni censura, ni corsé, ni control.

El argumento de los primeros irritados que hablan de asfixia de una jornada informal, improvisada y anárquica pierden toda la razón con un dato histórico. Toda la fiesta del Carnaval, cada una de sus citas, nació como informal, improvisada y anárquica. Todas, al crecer, precisaron de unos servicios que tratan de atender a sus participantes sin que nadie tenga que sentirse cohibido.