ANDALUCÍA

Susana Díaz se pone al frente de la propuesta federalista del PSOE

Se muestra rotunda contra la independencia de Cataluña y propone que desaparezca el Senado si no se reforma como cámara territorial

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Susana Díaz regresa de su viaje de dos días a Cataluña satisfecha al creer que ha puesto un granito de arena y contribuido a los que defienden una vía de diálogo al conflicto catalán. Si algo no puede negarse es que ha logrado ser escuchada, tanto por los que como ella están en contra de la independencia, como los que están a favor o por lo menos defienden una consulta sobre la opinión de los catalanes. A unos y a otros dejó claro el mismo mensaje rotundo y machacón de la necesidad de diálogo y consenso para salir del atolladero del desafío soberanista. Una invitación que hizo en persona a Artur Mas, con quien se reunió a solas durante cerca de una hora, y en diferido a Mariano Rajoy, al que también instó a dejarse de proclamas y «mover ficha». Artur Mas reconoció en el programa 'Salvados' de La Sexta que no habla con Rajoy desde agosto. «Lo mejor e importante es que hemos hablado y mucho», resumió la presidenta de su entrevista con el presidente catalán.

El encuentro con Mas en el palacio de la Generalitat estuvo rodeado de cierto halo de misterio, por no decir falta de transparencia. No hubo comparecencias de ninguna de las partes, como es lo habitual, para explicar el contenido de la conversación. De forma no oficial se dijo que por iniciativa de la Generalitat no había comparecencias. Ambos gobiernos acordaron que dado que Díaz y Mas representan opiniones muy opuestas, lo mejor era no comparecer juntos.

Las cámaras captaron, eso sí, a Artur Mas amable y sonriente acompañando a la presidenta hasta el coche en la puerta de la sede presidencial, en la histórica plaza de San Jaume, algo que no es usual en el presidente catalán. Susana Díaz respondió luego en el almuerzo coloquio en un hotel de la capital, organizado por el foro Barcelona Tribuna, que hablaron del problema independentista, de la financiación de las comunidades y de cómo afectaba a la gestión autonómica leyes como la de Educación de Wert.

En este foro, Susana Díaz se mostró tajante al confirmar su oposición a la independencia. Volvió a denostar tanto los «mensajes de radicalidad» que «no conducen a ninguna parte» de las instituciones catalanas, como las «amenazas» centralizadoras del Gobierno del PP, en lo que ella llama «choque de trenes» entre separatistas y separadores. Como contrapartida, ofrece el plan federalista que defiende el PSOE como solución al conflicto catalán, pero con algunos matices nuevos. Todos pasan por una reforma de la Constitución. «La única forma de evitar el choque de trenes es cambiar de vía, ir a la de las reformas y el diálogo», dijo. «Hasta ahora, al señor Rajoy no se le ha oído más allá del no, no, no. Dice que tiene un plan, pero no lo comparte y me parece muy grave la falta de transparencia en un tema tan grave», enfatizó.

Díaz aboga por el blindaje de las competencias autonómicas, para evitar que queden «al albur del Gobierno de turno», aludiendo a la las leyes como la de Educación de Wert, que Andalucía anuncia que recurrirá. La reforma del Senado es una vieja propuesta socialista, para que sirva como cámara territorial que pueda vetar o sancionar las leyes que afecten a las competencias autonómicas. «Si no sirve para eso, eliminemos el Senado», se atrevió a decir la presidenta andaluza. «No están los tiempos para mantener instituciones que no sirven para lo que tienen que servir», remachó.

Las grandes empresas

Díaz admitió que Cataluña, como Andalucía, pierde con el actual sistema de financiación autonómica. Calificó de «inaceptable» que Cataluña sea la novena «en recibir recursos», cuando es la tercera en dar. Pero advirtió que tampoco está de acuerdo con los que argumentan la independencia con que Cataluña dejaría de perder 16.000 millones de euros por su mayor contribución en impuestos. Recuerda que las grandes empresas que más negocio hacen en Andalucía contribuyen en Madrid o Barcelona. Es el caso de CaixaBank, mencionó en presencia de su presidente, Isidro Fainé. Díaz propone un reparto del dinero basado en la población, lo que siempre ha defendido Andalucía. Expuso que se haga un coste medio o estándar de los servicios públicos por persona, y eso es lo que cada comunidad podría recibir.

Díaz ha dado pasos para consentir una reforma constitucional que reconozca las singularidades de las comunidades y también criterios de ordinalidad, lo que se interpreta como cierto margen para que Cataluña u otras comunidades puedan tener competencias únicas como la de la policía autonómica. En el turno de preguntas, admitió que pueda incluirse en la Constitución el término nación de naciones, tan reivindicado por Cataluña, aunque apeló a la negociación. «No vamos a escribir el final antes de sentarnos a hablar», dijo.

Esa llamada al diálogo, a hablar, al consenso, al encuentro, a la convivencia, fueron constantes en la conferencia que Díaz pronunció ante un auditorio variopinto, con empresarios catalanes como Isidro Fainé, presidente de CaixaBank, y Javier Godó, además de dirigentes del PSC, como Pere Navarro, José Montilla y la vicepresidenta de la Generalitat.

Miquel Roca, ahora abogado de la infanta Cristina, exdiputado de CiU y uno de los padres de la Constitución, presentó a Díaz como alguien que puede dar «una pizquita de esperanza» por su juventud y por la expectación con la que ha irrumpido en la escena política.

Roca, defensor conocido del entendimiento entre Cataluña y el Gobierno de Madrid, recordó que Andalucía y Cataluña lideraron el cambio político en España tras 1977. Susana Díaz se agarró a este hecho histórico para justificar su presencia en Cataluña y su empeño en participar en el debate sobre el conflicto catalán, criticado entre otras por la dirigente de UPyD, Rosa Díez. Mantiene que Andalucía no puede quedarse al margen, que los gobiernos autonómicos también son estado y que su obligación es «arrimar el hombro». Además recordó que tiene «una razón añadida», ya que en Cataluña viven cerca de un millón de andaluces y otro tanto de origen andaluz.

En el coloquio negó que compita con Alfredo Pérez Rubalcaba, es decir, que se esté proyectando para ser presidenta de España, y reiteró que su prioridad «ahora» es Andalucía.