Su secreto: adaptarse a la demanda del crucerista

En cada ciudad los autobuses rojos tienen su público y en la capital gaditana está muy definido: los cruceristas. Esta opción ofrecida por la firma City Sightseeing es la que más triunfa entre los viajeros que llegan a Cádiz en barco. Es cómoda y adaptada al tipo de turistas que hace un crucero, de elevada edad y, en muchas ocasiones, con dificultades para la movilidad. Además, es una de las ofertas más serias que se ofrecen casi a pie de muelle, puesto que el viajero reconoce rápidamente que se trata de una empresa seria; por la exposición de las tarifas y la información ofrecida en varios idiomas; además de la potente imagen del propio autobús, que es reconocible en numerosos países.

Pero también es cierto que la empresa, la primera en ofrecer estos paseos turísticos por la capital, se ha ido adaptando a las necesidades de los viajeros, ofreciendo y creciendo en servicios. Comenzaron siendo observados de reojo por otros profesionales del transporte, no especializados en turismo, y por las propias navieras, que vieron en la iniciativa una pérdida de consumidores para sus excursiones a otras ciudades como Jerez o Sevilla. Incluso los comerciantes y restauradores gaditanos desconfiaron de su apuesta porque temieron que esta opción fuese el único gasto que hiciesen en la ciudad. Los años están jugando a su favor y, ante el éxito recogido en número de viajeros, todos quieren aliarse con el autobús rojo para que haga escala en su negocio.