El Gobierno vasco pide a Mondragón que elija a alguién «con liderazgo suficiente»

El Gobierno vasco ha sido muy crítico con la gestión que ha hecho la Corporación Mondragón de la crisis de Fagor Electrodomésticos. Las palabras más duras las dijo la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, que reclamó «un cambio de modelo para poder tomar decisiones de forma rápida y ágil» como exigen los tiempos actuales.

Ayer, 24 horas después de conocerse la dimisión de su presidente, Txema Gisasola, tocaba templar gaitas. Así, en la hora del adiós, la propia Tapia le agradeció su labor. «Hemos trabajado muy de la mano porque ha sido un año duro para todos», señaló mientras negaba que hubieran existido tiranteces entre ambos.

Eso sí, a continuación pidió a la comisión gestora que va a dirigir el grupo -clave para el PIB regional vasco-, al menos, durante los tres próximos meses, que «en el mínimo plazo posible» elija a un sucesor «con liderazgo suficiente para llevarlo adelante».

De otro lado, FagorBrandt, la filial francesa de Fagor Electrodomésticos -en suspensión de pagos y casi abocada al cierre-, parece tener garantizada su supervivencia, aunque se verá obligada a reducir en un tercio -en el mejor de los casos- su plantilla de 1.800 empleados. Es lo que se desprende de las cuatro ofertas de rescate formalizadas el viernes, a la expiración del plazo concedido por la administración judicial del grupo en el marco de su concurso de acreedores.