La controversia rodea también el AVE a La Meca

Ni el Gobierno ni las empresas adjudicatarias del concurso temen que en las obras del AVE a La Meca, la mayor obra (6.736 millones de euros) adjudicada a empresas españolas en el exterior -se trata de un consorcio de una docena de firmas, encabezadas por OHL, Cobra (ACS), Renfe y ADIF-, se llegue a producir un conflicto tan importante como en el Canal de Panamá, con amenaza de paralización de obras inclusive. Eso sí, «las discrepancias existen», reconocen.

Las primeras, entre los propios socios nacionales, fundamentalmente entre el grupo que preside Juan Miguel Villar Mir y la empresa pública de ingeniería Ineco, a raíz del uso dado a los primeros pagos adelantados por las autoridades de Arabia Saudí. El tema podría acabar en un arbitraje. Pero lo que ocupa, y en buena medida preocupa, al Ministerio de Fomento -su titular, Ana Pastor, viajará en breve a Riad- es el retraso de más de dos años acumulado en los trabajos previos de otro consorcio (francochino) y sus efectos negativos sobre el trabajo de las compañías españolas, que habrá de ser a contrarreloj presionadas por las autoridades saudíes. Estas, además, han advertido ya de que no admitirán más sobrecostes que los estipulados por contrato: el 10% del presupuesto total, es decir, 675 millones de euros.