Hollande con Valérie Trierweiler. :: IAN LANGSDON / EFE
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Un picadero con patente de corso

El ministro del Interior, al que el entorno Valérie Trierweiler tacha de «traidor», ignoraba los desplazamientos del presidenteEl vodevil de la amante de Hollande se agrava por vínculos con el hampa de Córcega de su nido clandestino

PARÍS. Actualizado: Guardar
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La sombra de la mafia corsa ha acabado de oscurecer la imagen de François Hollande, desprestigiada por el vodevil de su idilio a escondidas con la actriz Julie Gayet. El presidente francés, que hoy comparece en rueda de prensa, acudía casi sin protección a un piso cedido por una amiga de la amante, viuda de un corso acribillado a balazos y separada de un convicto insular reciclado en protagonista de la serie televisiva 'Mafiosa'. En el Elíseo cuentan que su jefe nunca conoció los vínculos del nido de amor clandestino con el hampa de Córcega y Manuel Valls, ministro del Interior, se lava las manos: «No tengo ninguna responsabilidad en la protección directa del presidente».

Circo. Así se llama la calle del picadero más célebre de Francia. Está en el número 20 de la 'rue du Cirque', a 165 metros a pie del Elíseo y aún más cerca de la sede del Ministerio del Interior. En teoría es el área urbana más vigilada del país. Pero unos paparazzi consiguieron alquilar una vivienda justo enfrente sin que, aparentemente, nadie se enterara. Ahora los más alarmistas se preguntan qué habría pasado si en vez de disparar cámaras con teleobjetivos los nuevos vecinos hubiesen querido emular al francotirador que puso en el punto de mira a De Gaulle en 'Chacal'. «Podríamos haber atentado sin ningún problema contra la vida del presidente», declaró a la radio RTL Sébastien Valiela, uno de los dos autores de las fotos robadas.

El dueño del piso vive retirado en Biarritz con su esposa. Jean-Pierre Discazeaux es un comerciante jubilado, de 71 años, que residió en la vivienda desde 1962 a 2003. En octubre de 2011 fue alquilada por la actriz Emmanuelle Hauck, natural de Bastia (Córcega) y amiga de Julie Gayet, con quien ha compartido cartel en el teatro.

Pasado turbio

En el buzón y en el listín figura el nombre de Michel Ferracci, actor de la serie 'Mafiosa', ambientada en Córcega y emitida desde 2006 por Canal + Francia. El pasado noviembre fue condenado a 18 meses de prisión con dispensa de cumplimiento por abuso de confianza en el caso de una sala de juegos de la que fue director en París y que era utilizada para blanquear el dinero negro de la Brisa de Mar, la banda que controla los negocios turbios en Córcega.

Hauck se separó hace seis años de Ferracci, padre de sus tres hijos, y rehizo su vida con otro paisano no menos escabroso. François Masini apareció cosido a balazos el pasado 31 de mayo en una carretera del norte de Córcega en un crimen impune por la ley del silencio imperante en la isla.

Fuentes del Elíseo, citadas por el diario Le Monde, aseguran que Hollande desconocía frecuentar un domicilio con patente de corso. Sus escapadas, en moto a pesar de la corta distancia para camuflarse con un casco, solo estaban custodiadas por un par de policías que nunca se percataron de la presencia de los paparazzi. Según el semanario Le Point, el presidente ha recuperado a «su chófer 'histórico', el que lo cubría cuando iba secretamente a estar con Valérie Trierweiler cuando vivía en pareja con Ségolène Royal» madre de sus cuatro hijos.

«No tengo que estar al corriente de los desplazamientos del presidente. Si decide ir a un sitio es su responsabilidad», puntualizó ayer Manuel Valls a quien en el entorno de Trierweiler llaman «el traidor». Recuerdan estos círculos que el ministro del Interior debe su cartera a los buenos oficios de su mujer, Anne Gravoin, quien intimó con la futura primera dama durante la campaña de las presidenciales. Y apuntan que debía estar forzosamente al corriente del lío de faldas de Hollande.

Trierweiler ha confiado al periodista del diario Le Parisien Frédéric Gerschel, al que conoce desde hace 20 años, que fue Hollande quien le confesó el jueves que tenía una amante. Al día siguiente, fecha de la publicación de la exclusiva por la revista Closer, ingresó en una clínica de París al sufrir un bajón de tensión, moral y autoestima. «No ignoraba los rumores que circulaban desde hace meses por París pero quiso creer que eran falsos», explicó su confidente. La primera dama permanecerá hospitalizada por tiempo indefinido hasta que se restablezca de un soponcio en el que sus detractores del Elíseo sospechan un «chantaje afectivo».