El relevo también afecta a un equipo marcado por mujeres

La urgencia de los populares andaluces por normalizar la situación interna no está ya solo en contrarrestar con un líder que se patee Andalucía que Susana Díaz tenga cada día más vigor político. En el PP hay nerviosismo por que las tareas se acumulan y no hay una voz cantante con autoridad que las dirija. Lo más inmediato es preparar las municipales, unas elecciones fundamentales para el PP, ya que supusieron en 2011 su primer triunfo en Andalucía sobre el PSOE.

Algunos dirigentes provinciales ven con preocupación la tardanza en elegir al sucesor de Zoido por la indefinición de su equipo sobre este asunto y otras estrategias también de ámbito regional, como la defensa de las políticas del Gobierno.

La realidad es que en el núcleo duro del que Zoido se rodeó se palpa la situación de precariedad que hay en el partido hasta que se elija al nuevo líder. Así se vio el pasado jueves cuando se le preguntó a la vicesecretaria general de Organización, Electoral y Política Municipal, Ana Corredera, sobre la designación de candidatos. Admitió que el asunto está sin abordar.

Lo cual no quiere decir que Corredera o el secretario general, José Luis Sanz, no tengan estudiada la materia. Zoido ha sido un dirigente que ha delegado mucho en el año y dos meses de mando en el PP andaluz. Desde el primer momento quiso que se visualizara una dirección colegiada, con Sanz como máximo responsable.

Este se ha apoyado fundamentalmente en cuatro mujeres: la citada Corredera, Alicia Martínez Martín como vicesecretaria de Medio Ambiente; Loles López Gabarro, de Asuntos Sociales, y Carolina España, de Empleo y Economía. Han sido las voces del PP andaluz en numerosos temas.

Un equipo que ya se ve en funciones y con la incertidumbre de la continuidad, aunque algunos puedan ser repescados por el futuro líder o futura lideresa.