Sociedad

Banksy se 'reeduca' como artista callejero

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Banksy, el grafitero más cotizado del mundo, se ha pagado a sí mismo una suerte de beca de un mes en Nueva York para volver al arte callejero. Con una pieza diaria quiere desligarse del mercado y lanzarse a las redes sociales, aunque los resultados son desiguales. Como tanta gente anónima, el célebre 'artiviarstista' británico llega a la Gran Manzana dispuesto a dar un giro a su vida.

Una pirueta «underground» al discurso antisistema que le hizo famoso y que acabó metiéndole en la rueda del sistema, en el mercado del arte y las subastas desorbitadas con clientes como Brad Pitt. Procedente de Bristol y con su identidad oculta, acabó llamando a los medios y dando una entrevista al Village Voice. «El éxito comercial es un fracaso para un grafitero», dice, prometiondo alejarse de las galerías de arte y las sala de subastas que se diputan su obra.

Banksy entona el canto del «pobre grafitero rico». Su fracaso es haber logrado casi 200.000 euros por una de sus obras y deja claro su objetivo en Nueva York: «mejor fuera que dentro del mercado». Su «debut» fue accidentado: su primera obra, en pleno barrio chino, de puro estilo Banksy y más que reconocible, fue borrada en unas horas. O desconocían su cotización o era la primera señal de que Bansky no es bienvenido en Manhattan. Poco después aparecía otra pintada que decía «Banksy mayor o igual que Skrillex», en referencia a un productor musical que también paso del «underground» y a lo «mainstream». Con Twitter cuestionado sin son la misma persona y su grafiti borrado, Banksy adelanta su plan: «vivir aquí, reaccionar antes las cosas, ver las vistas y pintar sobre ellas».