Economia

Sin margen para estímulos pese al oxígeno europeo

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno encara el diseño de los Presupuestos Generales del Estado para 2014 entre el alivio por el mayor margen concedido por Bruselas para cumplir los objetivos de déficit y la determinación de no cejar en la senda de austeridad y reformas estructurales emprendida por Mariano Rajoy. Pese a los ahorros del último año para la economía española, derivados de la moderación de la prima de riesgo, el Ministerio de Hacienda quiere mantener la austeridad en el gasto y la inversión. Por eso el margen para los estímulos será mínimo.

La buena noticia es que la época de los grandes ajustes parece haber acabado. A corto plazo la senda de consolidación comprometida en el programa de estabilidad es cómoda para la administración central. Este año el objetivo es limitar el déficit del Estado al 3,8% del PIB, desde el 4,11% registrado en 2012. De alcanzarse esa meta, en 2014 el esfuerzo a realizar será mínimo porque el límite fijado sólo es una décima menor, del 3,7%. El ajuste total en dos años asciende a 4.200 millones y se antoja factible ahora que la actividad empieza lanzar signos de recuperación y baja la factura de la deuda. Son 36.000 millones, cantidad similar a lo que supondrá en 2014 todo el gasto ministerial, pero Economía estima un ahorro de 5.000 millones porque las exigencias de los inversores han bajado.

La austeridad seguirá primando en la administración y se notará en la partida de gastos de personal, que podría volver a ser congelada. Es improbable que el Ejecutivo vuelva a tomar medidas tan duras como dejar a los empleados públicos sin pagas extras. Congelar sueldos de funcionarios tiene un elevado coste político para el Gobierno central, pero reporta grandes ahorros también al resto de administraciones, sobre todo a las autónomías. Otra cosa son sus consecuencias negativas sobre el consumo cuando el PIB empieza a repuntar en toda Europa.

El Estado también aspira a ahorrar por la vía de mantener a cero el reemplazo de los empleados públicos que se jubilen. Sólo unos pocos colectivos, como los inspectores de Hacienda y los cuerpos y fuerzas de seguridad podrán llegar a una tasa de reposición del 10%.

La inversión pública no sufrirá los recortes de años anteriores, pero tampoco habrá alegrías. A medida que avanza el trabajo de los técnicos de Hacienda, se desvanece el sueño de las grandes empresas de convencer a Cristóbal Montoro para que destine parte del ahorro a estimular la actividad. En los ingresos, el Ejecutivo maneja algunas bazas. En 2014 mantendrá la subida del IRPF (anunciada primero sólo para 2012 y 2013).

Lo mismo ocurrirá con el IBI que ingresan los ayuntamientos. Gracias a la subida del IRPF, a la supresión de las deducciones a las grandes empresas y al esperado repunte de actividad y consumo, el Estado espera ingresar 128.159 millones en 2014. El techo de gasto que sirve de base a las cuentas está en 133.259 millones.