Sombras de Grey en Guantánamo

La trilogía 'Cincuenta sombras de Grey' sigue en primer plano dos años después de su publicación. De las librerías más recoletas a las de los barrios más ricos y elegantes de Londres, se mantiene en cabeza entre los títulos más vendidos y ha modificado, de forma peligrosa para algunos, los hábitos sexuales de sus lectores. Pero lo que nadie sospechaba es que se convirtiera el libro más solicitado y leído en una prisión como la de Guantánamo.

La semana pasada varios miembros del Congreso de Estados Unidos, entre los que se encontraba el representante demócrata de Virginia Jim Morgan, visitaron la controvertida prisión. Se detuvieron en el pabellón número 7, en el que se encuentran los presos más peligrosos para la justicia militar estadounidense, que acusa a algunos de orquestar la matanza del 11 de septiembre. «En lugar del Corán, el libro que más piden es 'Cincuenta sombras de Grey'. Han leído la serie al completo en inglés, pero tenemos intención de traducirlo. Supongo que no pasa nada, estos chicos no van a ningún sitio, así que, ¡qué demonios!», han puesto en boca del congresista Jim Moran algunos medios estadounidenses. Sus declaraciones no las confirman desde el Ejército. «No hacemos comentarios sobre nuestros detenidos más relevantes excepto en los términos más genéricos, ni comentamos las palabras de los miembros del Congreso», dijo el teniente coronel Samuel House, portavoz del complejo carcelario.

Los periodistas carecen así de la posibilidad de corroborar las palabras del congresista, aunque sí pueden acceder a la biblioteca. Allí, uno de los bibliotecarios, apodado 'Zorro', comentó que los presos pedían leer toda clase de libros, desde clásicos como 'La Odisea' hasta la saga de 'Star Treck'. «También tenemos 'Los juegos del hambre', el libro y la película», explica el bibliotecario.

Estaba claro que la novela erótica despertaba cierto interés por nuevas inquietudes sexuales, pero no se sabía hasta qué punto. Y es que en el Reino Unido parece haberse desatado una moda por los juegos sexuales que roza, para algunos, terrenos peligrosos. La brigada de bomberos de Londres confirma que los accidentes domésticos originados por prácticas sexuales han aumentado considerablemente.

«La cifra de incidentes en los que se utilizan objetos como esposas ha crecido», aseguró el oficial Dave Brown en una clara alusión al best-seller de E. L. James. Los bomberos dicen haber atendido a unas 79 personas que tuvieron algún incidente con las esposas. Refieren otros 1.300 casos de personas que habían quedado atrapadas o no podían liberarse de algún objeto doméstico. Y es que las tiendas especializadas han visto cómo sus clientes demandaban este tipo de artículos de carácter fetichista o sadomasoquista.