El sexo vuelve a golpear la carrera de Weiner

Cuando el excongresista por Nueva York, Anthony Weiner, admitió hace dos años que había enviado fotos y mensajes sexuales a varias mujeres por Internet, su carrera política parecía arruinada para siempre. Tan evidentes habían sido sus excesos y mentiras que no le quedó más remedio que dimitir tras una agónica resistencia. Pero, en un giro poco habitual para un escándalo que acaparó las portadas de los medios durante meses, este demócrata de 48 años resucitó para el público en mayo, aparentemente curado de todos sus males.

En un abrir y cerrar de ojos anunció su candidatura para sustituir a Michael Bloomberg como alcalde de la ciudad de los rascacielos en una de las campañas más exigentes que se recuerdan. Poco le ha durado su idilio con los electores -todas las encuestas lo venían situando en primer lugar entre las preferencias de los votantes de su partido- porque el mismo hombre ridiculizado por enviar una foto suya en calzoncillos a una joven a través de Twitter en 2011 acaba de ser señalado por volver a las andadas con mensajes explícitos online a otra mujer.

El nuevo culebrón parece servido a raíz de la rueda de prensa que dio Weiner acompañado de su bella esposa, Huma Abedin, convertida de pronto en su mejor aliada. Lejos de andarse por las ramas, esta vez ha admitido a la primera y ante más de 100 periodistas que su hábito de enviar imágenes sexuales y mensajes de texto a chicas ha continuado durante más de un año después de abandonar el Congreso. Entonces como ahora, la terapia que se autoprescribe Weiner, y con la que aspira al perdón de sus pecados, es buscar ayuda profesional para cambiar sus adicciones. De ahí a retirarse de la contienda electoral media un abismo, vino a decir luego.

«Estoy agradecido de que Huma me haya dado una segunda oportunidad y pido a los neoyorquinos que hagan lo mismo», señaló el excongresista en tono solemne pero incapaz de ahuyentar un semblante de cansancio y preocupación. «No recuerdo exactamente cuándo ocurrió, creo que fue el pasado verano», señaló, dando por ciertas las últimas filtraciones. Según la web de cotilleo Dirty'-Obsceno-, el político demócrata, bajo el seudónimo de 'Carlos Danger', intercambió mensajes de actos sexuales explícitos con una joven de 22 años. En un chat, Weiner fantasea sobre cómo le gustaría hacerlo con ella y le manda una foto de su pene.

«¡Vete!»

Un amplio coro mediático bramó ayer por la salida inmediata de la campaña del aspirante a la Alcaldía. «¡Vete!», clamaba el 'New York Post' en portada al criticar duramente la iniciativa de Weiner de enviar a su mujer «a nuevas profundidades de humillación». El diario 'The New York Times' también atacó sin contemplaciones la reincidencia del demócrata al puntar en su página editorial que «los escándalos sexuales del candidato no se han ido pero el él sí debería marcharse de una vez por todas».

El paso hacia adelante dado por Huma Abedin, que ha trabajado para la exsecretaria de Estado Hillary Clinton durante años, ha agitado a la opinión pública por la serenidad con la que esgrimió sus argumentos en defensa de su marido. «Me ha costado un montón de trabajo y muchas horas de terapia convencerme de que debía perdonar a Anthony», dijo la esposa durante la rueda de prensa. «No fue una decisión fácil pero creo que ha valido la pena esa lucha para salvar nuestro matrimonio», sentenció.