Evo Morales rebaja la crisis diplomática con Europa

Evo Morales aceptó ayer las disculpas ofrecidas por «distintos medios» por España, Italia, Portugal y Francia por impedirle o dificultarle el pasado 2 de julio sobrevolar sus espacios aéreos y ordenó el retorno de los embajadores llamados a consultas. Sin embargo, al no estar «plenamente satisfecho», el presidente boliviano se reservó el derecho de emprender acciones para reparar la «agresión» y el «secuestro» que lo obligó a esperar más de trece horas en Austria. «Aunque no plenamente satisfechos, aceptamos las disculpas de los cuatro países como un primer paso porque queremos continuar relaciones de respeto entre nuestros países, relaciones de complementariedad y solidaridad (.). En coordinación con las cancillerías se ha acordado el retorno de nuestros embajadores», afirmó pocas horas después de haber regresado de una visita oficial a Quito.

En esa capital vecina, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anticipó de madrugada en una comparecencia conjunta que si su par boliviano aceptaba las disculpas se repondrían asimismo los embajadores. Los cuatro países europeos cerraron al parecer su espacio aéreo al avión del presidente indígena porque se extendieron rumores de que trasportaba al exagente de la Agencia de Seguridad Nacional y ex técnico de la CIA Edward Snowden.

Fue inmediata la enérgica reacción de protesta latinoamericana y de organismos internacionales como la ONU. El Mercosur decidió el 12 de julio convocar a los embajadores de sus Estados miembros en esas cuatro naciones. A pesar de Bolivia y Ecuador han decidido levantar esa medida, Morales agregó ayer que el país «se reserva el derecho de continuar con las acciones emprendidas ante organismos internacionales y de acudir ante instancias que crea necesario para lograr una completa reparación frente a esta agresión para que esto no vuelva a ocurrir nunca más».

El presidente reiteró que Estados Unidos estuvo detrás de la errónea información dada a los países que bloquearon su avión, en su empeño por atrapar al joven que ha filtrado cómo los servicios estadounidenses espían a ciudadanos y entidades del mundo entero. Morales aseguró no guardar «rencor ni resentimiento», pero insistió en interpretar que el bloqueo a su avión se debió a que él es «indígena».