Apuntes

El tren-tranvía, una obra sin futuro

En 2008 se presentó la gran actuación que uniría San Fernando, Chiclana y Cádiz. Cinco años después, sólo quedan las vías de San Fernando y un plan inacabado

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Lo que en un principio parecía el proyecto del futuro ha terminado siendo un problema para los que participaron en ella. En 2008 la Junta anunció la construcción del tren-tranvía, una megaobra que uniría San Fernando, Chiclana y Cádiz e incluso se atrevió a dar una fecha para hacerla realidad: 2010. Para ello, sería necesario llevar a cabo las actuaciones pertinentes en los tres municipios. Pero se llega al año en cuestión y del proyecto no hay más que letras.

Cualquier persona o institución precavida, sobre todo si se maneja un presupuesto de 225 millones de euros, habría decidido volver a analizar el plan y pensar si realmente era viable, sobre todo teniendo en cuenta que en esa época ya estábamos en lo peor de la crisis económica. Pues en el caso de la Administración andaluza pensaron que no, que ellos podían con todo, podríamos decir que la soberbia ocupo un importante lugar en esta decisión. No tuvieron suficiente con no dar marcha atrás si no que fueron tan osados de anunciar que el proyecto se ampliaba. Ya no sólo conectaría los tres municipios, sino que atravesaría el segundo puente, pasaría por Puerto Real, Jerez y haría su correspondiente parada en el aeropuerto de La Parra. Y todo en sólo dos años.

Volvió a pasar el tiempo, y ni puente, ni tranvía, ni nada. Todo más en el aire que nunca. Chiclana ha parado las obras antes de entrar en su parte más delicada y en cuanto a Cádiz, es necesario el permiso -aún no concedido- del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para poder conectar las vías del tranvía con las del tren dirección a la capital.

Respecto a San Fernando, su situación es la más complicada. Además de necesitar una nueva subestación eléctrica para asumir el gasto del tranvía, las obras ya han encarado la recta final. Si finalmente el proyecto de tranvía no se convierte en realidad, La Isla se quedará con una localidad atravesada por las vías, pero sin vehículo que circule por ellas. Entonces alguien tendrá que pagar por osado.