Asmussen, ministro alemán de Finanzas, habla con Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. :: AFP
Economia

¿Nos sacará de pobres la unión bancaria?

España confía en que el supervisor único desatará el vínculo perverso que liga riesgo bancario y deuda soberana Mariano Rajoy argumenta que este proyecto hará fluir el crédito a familias y pymes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy afirma que la unión bancaria «es el test en el que Europa se juega su credibilidad». Para el consejero alemán en el Banco Central Europeo Jörg Asmussen este proyecto supone «una precondición para que los bancos vuelvan a dar crédito». Aún más directo, el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, asegura que «debe permitir que la política europea de los tipos de interés se oriente hacia la pequeña y mediana empresa, algo que ahora no ocurre». Y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afianza estas tesis: «No se trata de rescatar bancos, sino de que el flujo de financiación llegue a los que lo necesitan, porque solo así volverán el crecimiento y la creación de empleo».

Pero Europa se construye a saltos, y el proyecto de unión bancaria -nacido del abismo al que se enfrentó la zona euro cuando la crisis de deuda soberana estuvo en un tris de dinamitar la moneda común- tropieza con la resistencia del Gobierno germano, que usa todas las tácticas dilatorias posibles. En en fondo, el Gabinete Merkel rechaza pagar cualquier factura de lo que considera derroches de otros socios.

Asmussen, alemán, pero también miembro del BCE, ha expuesto claramente la opinión del regulador bancario europeo. «Queremos un régimen europeo único de liquidación de bancos, junto con una autoridad de resolución de entidades y un fondo financiado por el sector, y lo queremos para 2014», ha dicho. El ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no solamente considera inviable esa fecha, sino que defiende la aplicación de la unión bancaria en dos etapas. En la primera, los problemas seguirían corriendo a cargo de las autoridades nacionales. Más adelante, previa reforma de los Tratados, se asumirían entre todos los rescates de entidades.

Del MOU al MUS

¿Por qué creen las autoridades españolas que la unión bancaria hará fluir el crédito? «Garantizar un trato igual para todos -un supervisor único, un mecanismo de rescate, un sistema de recapitalización directa- permitirá separar el riesgo soberano del bancario», postula Rajoy.

La primera pieza, el supervisor común, debe ayudar a despejar cualquier duda sobre el sistema bancario nacional. España ya ha realizado grandes esfuerzos para restaurar la confianza internacional en el sector tras el pinchazo de la burbuja del ladrillo. Después de las provisiones al crédito promotor, de la nacionalización de entidades no solventes, de la creación del banco malo y de la recapitalización del conjunto, ahora se requiere a los bancos que provisionen -es decir, que aparten dinero por si se producen impagos- los préstamos renegociados.

Pese a todo, al mercado han vuelto los rumores -tal vez interesados- sobre insuficiencia del saneamiento y de la capitalización realizados. La troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea) no baja la guardia, y vigila de cerca el cumplimiento de las exigencias del 'pliego de condiciones' (MOU) que firmó España para recibir la línea de crédito de 100.000 millones, de la que solo se piensan usar 40.000 millones. La tercera misión de estos 'hombres de negro' visitará España la semana que viene.

El Gobierno español reconoce que todos estos esfuerzos no han disipado plenamente los recelos y está convencido de que el mecanismo único de supervisión europeo (MUS) debiera eliminarlos por completo. También lo piensa el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Cuando la mayoría de las entidades se midan por un rasero común, y estén vigiladas por un mismo ente, se quebrará el enlace entre riesgo país y descrédito bancario y desaparecerá esa 'trampa de financiación' por la cual «empresas similares deben pagar por el crédito tipos de interés mucho más altos en el sur de Europa que sus colegas del centro y del norte», ha adelantado.

Alemania ha sustraído de la supervisión común a sus pequeñas cajas de ahorros. Y el BCE está dando los pasos para acometer esta tarea el próximo año, con el auxilio de los bancos centrales nacionales. El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, ha recordado la importancia de que la institución que vigila a la banca europea «tenga una visibilidad mucho mayor» para los ciudadanos de cada uno de los países del euro, y considera necesario también que rinda cuentas en los ámbitos nacionales. El éxito de su misión «se evaluará en cada país, entidad por entidad», ha recordado.