El hundimiento de las importaciones facilita el primer superávit comercial

Por primera vez desde el inicio de la serie histórica, en 1971, la balanza comercial española presenta un saldo positivo. Sucedió en marzo, cuando el valor de las exportaciones (20.288 millones de euros) superó en 634,9 millones al de los productos importados (19.653). Un dato avanzado hace unos días en Bruselas por el Ministro de Economía, Luis de Guindos, y que ayer fue detallado por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Este primer superávit de la balanza comercial se debe al buen ritmo exportador de la economía española, que aumentó un 2% en marzo, y que en el primer trimestre acumula un incremento de 3,9%. Pero sobre todo se explica por el hundimiento de las importaciones, del 15% en marzo, y del 6,9% en los tres primeros meses.

El Gobierno cree que ese notable descenso de las compras al exterior no responde a un acusado descenso de la demanda interna, sino a un aumento en el consumo de productos españoles. Jaime García-Legaz explicó que «según datos del Banco de España, la demanda interna se contrajo un 0,8% en el primer trimestre del año. Un descenso bastante menor que el de las importaciones. Eso quiere decir que se importa menos porque se consumen más productos nacionales».

El secretario de Estado de Comercio destacó que en los tres primeros meses del año la tasa de cobertura -porcentaje de las importaciones que pueden pagarse con las exportaciones- alcanzó el 93,3%, y que en marzo superó por primera vez la barrera del 100% (103%). Hace un año, esa cifra estaba en el 86%. En su opinión, los datos de la balanza comercial constituyen «una señal positiva que demuestra que la economía española está ganando competitividad. España ofrece datos brillantes del sector exterior». Cifras que contrapuso a las de los principales países del entorno: en Francia, las exportaciones cayeron un 5,4%, en Alemania un 4,2%, en Italia un 6% y en Reino Unido, un 6,8%.

Nuevos mercados

Debido precisamente a la debilidad del mercado europeo, las exportaciones siguieron su proceso de reorientación hacia países con mayor pujanza económica. Así, las ventas a destinos fuera de la UE crecieron en marzo un 20,8% en comparación con el mismo mes de 2012, y alcanzaron los 8.414 millones de euros (un 41,47% del total). En contraste, las exportaciones a los socios europeos descendieron un 8,1%. El peso de las ventas a la UE sobre el total ha pasado en un año del 65% al 58,5%. El de los bienes de equipo fue el principal sector exportador, seguido de los alimentos, los productos químicos, el automóvil y las semimanufacturas.

Otro de los indicadores que quiso destacar García-Legaz es el aumento de la base exportadora. Es decir, que se incrementa no solo el valor de las ventas al exterior, sino el número de empresas que ofrecen sus productos más allá de nuestras fronteras: 58.932, según los datos disponibles (correspondientes a enero y marzo), lo que supone un crecimiento del 8,8% respecto al mismo periodo de 2012.