Un joven observa la destrucción causada por el doble atentado en Reyhanli. :: BULENT KILIC / AFP
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Turquía vincula a los detenidos con Damasco

Las autoridades turcas realizan nueve arrestos por el atentado que causó 46 muertos en una ciudad fronteriza que hace décadas era de Siria

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Las fuerzas de seguridad turcas actuaron con rapidez. Menos de 24 horas después del estallido de dos coches bomba de la ciudad de Reyhanli, en plena frontera con Siria, detuvieron a nueve personas, entre ellas el considerado cabecilla del atentado que mató a 46 personas y causó heridas a cientos de víctimas. El ministro de Interior, Muamer Güler, informó de que se trata de ciudadanos turcos vinculados a «organizaciones que apoyan al régimen sirio y a los servicios de información» de Damasco. El objetivo de la acción «es sabotear el proceso de paz en curso», añadió Güler en referencia al diálogo iniciado entre Ankara y la milicia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), para poner fin a 29 años de guerra.

Medios turcos como el diario 'Zaman' citaron fuentes policiales según las cuales cinco de los detenidos son miembros del Frente Revolucionario para la Liberación Popular. Los otros cuatro pertenecerían a una escisión de este movimiento conocida como 'Acilciler'. Esta organización de ideología marxista-leninista nació a finales de los años 70 y está incluida en las listas de organizaciones terroristas que manejan Estados Unidos y la Unión Europea.

Las autoridades turcas y la oposición siria, que el próximo día 23 se reúne en Estambul para analizar la conferencia propuesta por Estados Unidos y Rusia, ven la mano del régimen sirio detrás de estos ataques, pero Damasco negó cualquier implicación.

«Sangriento lodazal»

El primer ministro otomano, Recep Tayyip Erdogan, ha optado desde el principio por la moderación y ayer también pidió mantener la «cabeza fría» para que Turquía no caiga en el «sangriento lodazal» de Siria, donde ya han muerto más de 80.000 personas en los más de dos años de crisis, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Siria y Turquía comparten 900 kilómetros de frontera y más de 300.000 refugiados que huyen de dos años de violencia han cruzado ya a suelo turco en busca de seguridad. El caso de Reyhanli es especialmente sensible porque esta ciudad se encuentra en la provincia de Hatay, que hasta la firma del Tratado de Sèvres en 1920 pertenecía a Siria, y los libros de texto de este país la siguen incluyendo en el mapa nacional. En ella reside un número importante de ciudadanos ahora turcos pero de origen sirio y pertenecientes a la secta alauí, la misma del presidente Bashar el-Asad, que en repetidas ocasiones se han manifestado a favor del régimen.

En las últimas semanas se han repetido los choques violentos entre residentes y refugiados, la mayoría suníes que provienen de las zonas del norte de Siria fuera del control del régimen. El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, pidió calma y declaró que «este atentado es una provocación destinada a crear sentimientos negativos hacia los desplazados sirios. Los refugiados no tienen nada que ver con este ataque».