Vinos muy bien arropados

Cuando las cosas empiezan con un plato de chicharrones, adornados con una mijita de manteca colorá, seguro que salen bien. La bodega Huerta de Albalá, una de las que está capitaneando el paseo estelar de los nuevos vinos de Cádiz, ha querido mostrar a lo más granado de la crítica de vinos de España, la fuerza del sector enogastronómico de la zona. Así que para presentar sus dos nuevos vinos, un rosado y un blanco realizados con uvas syrah y chardonnay, la firma decidió acompañarlos de una selección de platos de la también pujante gastronomía gaditana. Así que juntó en su finca situada entre Arcos y Villamartín, a gente como Fernando Hermoso y su hijo César, de Casa Bigote; a Carmen Prieto y su hija Miriam Rodríguez, de la Duquesa; a los hermanos Fernando y José Manuel Córdoba, de El Faro de El Puerto y el Ventorrillo del Chato; a Juan Valdés y Pedro José Morillo, de la Castillería; y a Pepe Melero y Julio Vázquez, de El Campero. Ellos ofrecieron también una cena especial en el Cortijo Faín en el que los nuevos vinos demostraron sus posibilidades con platos como un ostión marinado sobre corvina y jugo de manzana verde preparado por Fernando Córdoba, unos langostinos de Sanlúcar, cocidos por Casa Bigote, unas alcachofas con almejas de José Manuel Córdoba, una ventresca de atún rojo vuelta y vuelta de El Campero, un poquito de carne de retinto de Zahara de los atunes simplemente pasada por la parrilla de La Castillería y unos gazapitos (conejos pequeños) preparados al ajillo por Carmen Prieto, la cocinera de La Duquesa.

Entre postres y críticos de vinos

Para que no faltara nada, el postre se le encargó a una representante de la nueva generación de cocineros, magníficamente formados, que está surgiendo en la provincia. Miriam Rodríguez Prieto, de la Venta La Duquesa, formada en la Escuela Hofmann de Barcelona, toda una referencia en la hostelería y con una estancia en los últimos meses en el Celler de Can Roca, el restaurante de más prestigio ahora mismo en España, la cocinera, de tan sólo 22 años, había preparado para la ocasión un postre que no ha estrenado todavía en el restaurante de la familia, una lámina fina de hojaldre sobre la que va chocolate en varias texturas.

Al encuentro asistió lo más granado de la crítica de vinos en España. En las instalaciones de Huerta de Albalá se juntaron Jesús Flores, crítico de vinos y Premio Nacional de Gastronomía; José Peñín, el creador de la famosa guía Peñín; y Paz Ivison, jerezana, crítica gastronómica y una de las más profundas conocedoras de los jereces. Además estaba Andrés Proensa, de la famosa guía Proensa; José Luis Casado, de todovinos.com, una de las tiendas y clubs de vinos de más prestigio en España y Alfredo Peris el crítico de vinos de 'El Periódico de Cataluña'.

Vicente Taberner, el propietario de Huerta de Albalá y la enóloga de la firma Milagros Viñegra se encargaron de mostrar a los críticos la impresionante finca que tienen en la carretera de Alberite y que destaca en el paisaje. Utilizan lo más granado en tecnología y un cuidado 'al detalle' de todos los procesos para haber logrado que uno de sus vinos, el Taberner Número 1, lograra captar hace pocos años la atención del gurú mundial del sector, el estadounidense Robert Parker, que se fijo en este tinto en uno de los más importantes espaldarazos para los nuevos vinos que se están haciendo en la provincia.

Catas con compañía

Los dos, acompañados del director comercial de la firma, Andrés Soto, un profesional muy valorado en el marco de Jerez, se encargaron de dirigir una cata vertical del tinto Taberner desde 2006 y hasta 2010. Tras el trabajo de los enólogos la recuperación se inició con unos chicharrones preparados por la Venta La Duquesa, unas tortillitas de camarones del Ventorrillo del Chato o unas acedías recién traídas de Sanlúcar por Casa Bigote. La idea era arropar a los vinos con la mejor gastronomía de la provincia, demostrando la fuerza de ambas.

La misma idea se repitió por la noche en el Cortijo Faín de Arcos, donde se sirvió una cena para presentar los dos nuevos vinos de la bodega. Barbazul rosado y barbazul blanco. Los dos se comenzaron a comercializar en el pasado mes de diciembre y ahora la bodega ha decidido impulsarlos con esta presentación en sociedad. Barbazul blanco es un monovarietal realizado con uvas chardonnay al cien por cien. La chardonnay es una uva que está demostrando buenos resultados en la provincia. Han hecho una tirada de 22.000 botellas y es la primera que se produce en la finca que compró Taberner en El Puerto a Osborne.

El rosado está realizado con uvas syrah de las plantadas en la finca que tienen en la Sierra de Cádiz. Los vinos han salido al mercado en un precio situado en torno a los siete u ocho euros.