Los esparragueros esperan poder plantar en pocos días para comenzar a recoger en breve el producto. :: LA VOZ
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Las heladas y la nieve retrasan la campaña de los espárragos

La Cooperativa Los Europeos distribuye unas 800.000 garras para que se amplíen en 50 hectáreas las que se destinan al cultivo de esta planta

ALCALÁ DEL VALLE. Actualizado: Guardar
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Se estaban preparando los líneos para iniciar la campaña pero las heladas y la nieve han ocasionado que los agricultores se retengan. Más de 800.000 garras están listas para ocupar unas 50 hectáreas de terreno que se sumarán a las que cada año se destinan a la producción del espárrago de Alcalá del Valle. La lluvia también está ayudando a que se retrase el inicio de la campaña, por lo que los agricultores están esperando a que el tiempo les otorgue una pequeña tregua para ponerlo todo en marcha.

«Otros años a estas alturas ya estábamos recolectando pero este año tendremos que esperar un poco más», destaca Francisco Dorado, gerente de la Cooperativa Los Europeos, que es la que controla y comercializa la producción de espárragos de la Sierra. Dorado valora muy positivamente la ampliación de las hectáreas que se destinarán al cultivo de esta planta, ya que se alcanzarán las 300 hectáreas cultivadas, frente a las 250 del año pasado. De cualquier forma, las plantas que se plantan ahora no darán fruto hasta que pasen dos años.

Aunque todavía no se ha puesto en marcha la campaña, en condiciones normales Alcalá suele producir en torno a un millón de kilos, aunque en algunos buenos años se han llegado a superar 1.600.000 kilogramos. El 85 por ciento de esta producción es vendida en Europa, siendo el principal destino Italia y Francia aunque Alemania y Suiza «también son buenos clientes», destaca Dorado.

La producción de espárragos implica a un total de 350 cooperativistas que son los que se aprovechan, ellos y sus familias, de los 3.000 jornales que se suelen producir entre los tres y cuatro meses que dura la campaña. Esos jornales se esperan como agua de mayo en un pueblo eminentemente agrícola y de jornaleros emigrantes. Muchos de esos agricultores y los jornaleros que trabajan en estos campos son los que el próximo mes de agosto volverán a hacer las maletas para irse a Francia o Bélgica para participar, hasta principios de noviembre, en las campañas de recogida de frutas, como la uva o las manzanas, entre otras.

El gerente de los Europeos achaca el crecimiento de las hectáreas que se cultivan a esta planta a la falta de empleo ya que "muchos agricultores ven en el espárrago un cultivo seguro que permite aprovechar parte de las parcelas". No obstante, recuerda que esta planta requiere que se vaya rotando la zona donde se cultiva una vez que la planta deja de tener rendimiento, algo que sucede unos diez años después de que se planten.

Empleo social

Además del trabajo en el campo, una campaña buena genera un centenar de empleos en las instalaciones de la Cooperativa, para la manipulación del producto. La mayoría de esos contratos se hacen a mujeres, por lo que la producción cuenta con un gran componente social ya que el empleo femenino escasea por la zona. Estos contratos se pueden prolongar durante más de tres meses, siempre que la producción que del campo lo permita y el mercado acoja de buen modo el producto. La Cooperativa suele primar a las mujeres y familiares de los cooperativistas esparragueros aunque cada año esta instalación se inunda de currículums y demandas de empleo.

Un total de 800 cooperativistas aprovechan los servicios que Los Europeos les presta. Además del la venta de cereales, la cooperativa dirigida por Dorado siempre ha buscado ofrecer a sus socios la plantación de productos alternativos que permitan ir enlazando una y otra campaña.