IU achaca al Ayuntamiento la culpa del abandono de Ocuri

«Ocuri no lleva diez años cerrado, sino diez años abandonado por el Ayuntamiento». La Asamblea Local de Izquierda Unida en Ubrique ha reaccionado así ante la visita del presidente provincial del PP, Antonio Sanz, al yacimiento de Ocuri y su anuncio de tender la mano a la Junta de Andalucía para, con el apoyo de Diputación y el Ayuntamiento, recuperar este espacio.

Esta formación agradece, en primer lugar, la intención de recuperar la calzada romano-medieval y el yacimiento, aunque recuerdan al dirigente popular que el Gobierno local lleva desde 2005 «ignorando resoluciones de la Consejería de Cultura para que asuma su responsabilidad de mantener un patrimonio de su titularidad». Al respecto también recuerdan que esos diez años son los que el PP lleva formando parte de los gobiernos locales, por lo que entienden que tienen parte de responsabilidad por no haber garantizado el mantenimiento de la zona y ni siquiera haber solicitado una subvención a la Junta para llevar a cabo actuaciones de recuperación.

IU destaca que la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía hace responsable de este bien a su propietario, en este caso el Consistorio por lo que rechaza la petición de que sea la Junta la que tenga que asumir el coste, «al ser él, el competente en la materia», según destacó Sanz. Además, recuerdan que llevan varios meses solicitando al Gobierno local que abra una mesa de debate sobre el futuro de Ubrique y «sólo recibimos ataques por parte de la Delegación Municipal de Cultura, en lugar de abrirse al diálogo».

Medidas urgentes

IU de Ubrique destaca que las medidas urgentes que la resolución de la Consejería de Cultura destaca que debería de llevar a cabo el Ayuntamiento son el vallado y cerramiento de la totalidad del yacimiento arqueológico de manera que se impidiera la entrada y circulación de animales; la limpieza de basuras y desprendimientos en cortes arqueológicos; el enterramiento de catas arqueológicas realizadas en la zona de acceso a la ciudad romana, estableciendo un acceso adecuado y que no afecte a las estructuras arqueológicas; así como el establecimiento de un programa de mantenimiento del yacimiento.