El español Juan Ignacio Cirac gana el premio Wolf de Física

El científico español Juan Ignacio Cirac ha ganado el premio Wolf de Física, uno de los más reputados en su especialidad. Aunque no se trata de una regla escrita, quien se hace acreedor de Wolf obtiene después el Nobel. Cirac, director de la división teórica en el Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica de Garching (Alemania), comparte el galardón con su colega Peter Zoller. Ambos han conseguido demostrar que es posible construir un ordenador cuántico, un reto que de lograrse cambiaría el mundo.

Cirac es tenido por uno de los más sólidos candidatos a conseguir el premio Nobel de Física, que se falla el 5 de octubre. El año pasado, la consultora Thomson Reuters situó a Cirac y a Zoller en el primer puesto de la clasificaciones de aspirantes por sus trabajos pioneros en información cuántica.

Nacido en Manresa (Barcelona) en 1965, Cirac estudió Física en la Universidad Complutense de Madrid y en 1991 obtuvo una plaza de profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real. Dejó la seguridad que le proporcionaba la institución manchega para trabajar en la Universidad de Colorado (EE UU), donde coincidió por primera vez con Peter Zoller y Maciej Lewenstein. Allí permaneció dos años y tras una breve estancia en España, fue fichado por la Universidad de Innsbruck en 1996. Cinco años más tarde, y con el prestigio de ser un talento emergente de la física, fue reclutado para dirigir el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en las afueras de Múnich (Alemania), donde sigue trabajando en la actualidad.

Ha rechazado un sinfín de ofertas para volver a España y prefiere seguir en el Instituto Max Planck, donde puede desarrollar sus investigaciones.

De todos sus trabajos, el que más relevancia ha tenido es haber sentado las bases para construir ordenadores cuánticos, que eran una idea teórica hasta que Cirac y Zoller demostraron en 1994 cómo se podía llevar la empresa a la práctica. Hoy se afanan en ello una legión de científicos.