MUNDO

La violación que sacudió a India

La agresión sexual a una joven que se encuentra en estado crítico ha puesto en pie de guerra al país contra los abusos hacia las mujeres

SHANGHÁI. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Eran las nueve de la noche y la pareja tenía que hacer un pequeño trayecto en la capital india, Delhi. Un minibús se detuvo y sus ocupantes, una cuadrilla de amigos que había alquilado el vehículo para ir de fiesta, se ofrecieron a llevar a los dos estudiantes. Borrachos, algunos de los pasajeros comenzaron a molestar a la mujer, de 23 años. El novio trató de impedirlo, pero los hombres rápidamente echaron mano de la violencia. A él le dieron una paliza y lo inmovilizaron; a ella la violaron durante una hora en la que el minibús estuvo circulando por un barrio del sur de la ciudad. Cuando se cansaron, tiraron a ambos a la cuneta.

Sucedió el pasado día 16, pero ayer ella todavía se agarraba con debilidad a la vida en un hospital de Singapur, a donde fue evacuada para recibir tratamiento adecuado. «A pesar de los esfuerzos de nuestros médicos, la víctima continúa en estado crítico y su situación nos preocupa mucho, necesita el mejor cuidado posible», justificó el ministro del Interior, Sushil Kumar Shinde. De hecho, la joven sufrió graves daños cerebrales, está aquejada de una infección pulmonar, necesita ventilación asistida, y, a pesar de que ya se le han realizado varias operaciones quirúrgicas, es probable que tengan que practicarle el trasplante de algún órgano. Los médicos reconocen que podría morir en cualquier momento.

En India, su caso se sigue con una mezcla de rabia y de compasión. El conductor del minibús y algunos de sus ocupantes han sido ya arrestados, pero la respuesta de las autoridades ha resultado muy lenta. Y el problema es que no se trata de una excepción. Según diferentes medios locales, la capital suma este año nada menos que 630 casos de violación, un crimen cada vez más habitual en el país.

No en vano, el miércoles, otra joven, esta vez de 17 años, se suicidó en el Estado norteño de Punjab al ingerir veneno. En su última nota escribió los nombres de los hombres a los que acusa de haberla violado durante el festival del Divali, el 13 de noviembre. El caso no se registró hasta dos semanas después, y nada hizo la Policía hasta que falleció la chica. Ayer, ante la posibilidad de un estallido de ira entre la ciudadanía, dos de los sospechosos de abusar sexualmente de la víctima fueron arrestados junto a una mujer que les habría ayudado, y dos policías fueron destituidos por no responder apropiadamente a la denuncia. De hecho, muchos denuncian que algunos agentes participan en los abusos.

Así que la paciencia se ha colmado. Lo demuestran las protestas que esta semana han recorrido la capital, provocando incluso violentos choques entre las fuerzas del orden y manifestantes que demandan justicia para las mujeres. Aunque se desconoce el nombre de la joven herida, estos últimos ya la han bautizado como 'Damini', que significa rayo y que es también el nombre del personaje de una película de Bollywood que lucha por la víctima de un abuso sexual.

Amenaza en las calles

Incluso el primer ministro, Manmohan Singh, ha pedido calma. «Las mujeres representan la mitad de la población y la sociedad no ha sido justa con ellas. Su estatus está mejorando, pero la irrupción de la mujer en los espacios públicos, totalmente esencial para su emancipación, desafortunadamente va acompañada de un aumento de las amenazas que sufre», aseguró. «Estamos haciendo todo lo posible por llevar a los responsables ante la justicia», añadió el mandatario.

Las mujeres, aun así, muestran su temor. «Cada vez hay más violencia. No podemos ir solas y el Gobierno no hace nada para atajar esta inseguridad», explicaba una manifestante en el diario The Times of India. De momento, el Ejecutivo ya ha asegurado que abrirá una base de datos pública con la información y las fotografías de todos los condenados por abusos sexuales.