PAN Y CIRCO

AHORA LES TOCA A ELLOS

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No tienen ustedes la sensación de que algo ha cambiado en el Cádiz? Me refiero, ¿no notan que se respira un ambiente diferente? Después de una semana de movimientos importantes, da la impresión de que la llegada de Raúl Agné puede ser el acicate que le hacía falta al equipo para remontar el vuelo.

Es solo una percepción, y tengo claro que responde a las ganas que tenemos todos de que este plantel empiece de una vez por todas a rendir al nivel esperado. Después de estas semanas de derrotas y más derrotas nos hemos olvidado incluso del ascenso. Por desgracia, hemos llegado a temer por algo que hace apenas unos meses parecía impensable que pudiera suceder en el Cádiz. Bajar deportivamente a Tercera División. Pero torres más grandes han caído. El mismo Real Oviedo, que me impresionaba en mi infancia por la gesta alcanzada de clasificarse para la Uefa en 1991, daba con sus huesos en la cuarta categoría en 2007 tras una temporada nefasta, después de haber conseguido levantarse de una caída anterior a Tercera por una sanción administrativa. Nadie está a salvo de nada.

El caso es que ha llegado un nuevo entrenador que parece haber provocado un brote de optimismo. La esperanza de que las cosas pueden cambiar se ha instalado entre muchos cadistas. Yo deseo ver un cambio radical, pero no puedo evitar acordarme de esa frase repetida por Toshack que cayó en gracia. Al final, al afamado técnico galés no le quedaba más remedio que alinear «a los mismos once cabrones».

Que no se me entienda mal. No es mi intención faltar a nadie. Lo que pretendo decir es que, por mucho que se hable, por mucho que haya un entrenador nuevo, que la afición se ilusione y que apoye al equipo aparcando los rencores, nada va a cambiar si los jugadores no se olvidan ya de todo lo que rodea el entorno y se ponen a jugar al fútbol, que saben hacerlo. Ahora les toca a ellos.