Chávez ya habla de sucesor

Con el rostro preocupado y rodeado de sus más estrechos colaboradores, Hugo Chávez informó a la nación de una noticia que «jamás hubiese querido trasmitirles», pero a la que se ha visto abocado «obligado por las circunstancias»: la reaparición de «algunas células malignas» en la misma zona donde en 2011 se le diagnosticó un cáncer pélvico. En la intervención de media hora, en la que confió en milagros y no dejó de besar un crucifijo, pidió autorización a la Asamblea Nacional para viajar a Cuba y volver a ser operado de inmediato.

Visiblemente afectado, el líder bolivariano quiso dejar atado el futuro de su país ante este nuevo revés que le da la enfermedad. Chávez habló por primera vez de la posibilidad de que «ocurra algo» que lo inhabilite para desempeñar el cargo, por lo que no dudó en designar a un sucesor que garantice la continuidad de su Gobierno; su leal ministro de Exteriores. «¡Elijan a (Nicolás) Maduro como presidente de la República!», arengó.

En una intervención por sorpresa emitida en la cadena nacional y retransmitida en directo por la televisión cubana, Chávez reconoció que se enfrentaba a una «batalla adicional» a las políticas. «Por algunos síntomas, decidimos con el equipo médico adelantar exámenes (.) y, bueno, lamentablemente, en esa revisión exhaustiva, surge la presencia en la misma área afectada de algunas células malignas nuevamente».

Al mandatario le fue diagnosticado un cáncer en junio de 2011, del que sufrió una recaída en febrero de este año pero se declaró curado antes de presentar su candidatura a la presidencia, que ganó el pasado 7 de octubre al líder de la oposición Henrique Capriles. Se cree que tuvo un «tumor abcesado» pero no se precisó de qué tipo. Las tres operaciones anteriores y el tratamiento de quimioterapia y radioterapia se hicieron en Cuba.

«Es absolutamente imprescindible someterme a una nueva intervención quirúrgica y eso debe ocurrir en los próximos días, incluso les digo que los médicos recomendaban que fuese ayer (viernes), a más tardar ayer o este fin de semana, pero yo dije no (.) y vine a esto», explicó el presidente.

Se refería a su deseo de regresar a Caracas tras el ultimo tratamiento de 9 días en cámara hiperbárica para arreglar algunos asuntos y comunicar en persona al país de su recaída y pedir el voto, «si fuera necesario» para su sucesor. «Decidí venir haciendo un esfuerzo adicional en verdad, porque, bueno, los dolores son de alguna importancia, ¿no?; pero, bueno, con tratamiento, calmantes, estamos en una fase preoperatoria, preparando todo», agregó.

Explicó que tras ganar las elecciones se hizo pruebas y «todo salió bien» pero «alguna inflamación, algunos dolores (.) le empezamos a prestar mucha atención a ello, yo reduje mis apariciones públicas para enfrentar la problemática con los médicos». Desde que se le declaro la enfermedad varios opositores han asegurado que su estado de salud es muy grave y pusieron a su vida un plazo máximo de dos años.

El gobernante de 58 años y que más elecciones ha ganado en la historia reciente del continente, tiene confianza en que su Revolución Socialista del Siglo XXI continuara porque «no depende de un hombre, hemos pasado etapas nosotros y hoy tenemos un liderazgo colectivo que se ha desplegado por todas partes». Sin embargo, apeló a la necesidad de la «unidad, unidad, unidad de los patriotas» ante el empeño de quienes quieren la restitución del capitalismo y a que en «cualquier circunstancia debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana».

El líder venezolano esbozo una triste sonrisa para despedirse confiando en que «con el favor de Dios saldremos victoriosos» y recordando que «uno siempre ha vivido de milagro en milagro». Pero admitiendo que «en todos estos procesos hay riesgos, quién puede negarlo».

Chávez dijo confiar en que Venezuela «ya no es la misma de hace 20 años, de hace 40 años, no, no, no; tenemos un pueblo, tenemos unas fuerzas armadas, la unidad nacional». «Tenemos patria hoy, tenemos patria», expreso en otro momento.

Casi de inmediato, sus simpatizantes venezolanos comenzaron a movilizarse para darle una despedida multitudinaria. Tras sus palabras no parece probable que esté de regreso en Caracas para tomar posesión del nuevo mandato el próximo 10 de enero.

También sus aliados de la región, como Evo Morales, le expresaron su apoyo en este trance. Y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dedicaba su habitual comunicación al llegar a la sede de los diálogos de paz para desearle una pronta recuperación.

«Aferrado a Cristo, aferrado a Mi Señor, aferrado a la esperanza y a la fe, espero -así lo pido a Dios- darles buenas noticias en los próximos días», fue su adiós temporal.