Las listas de espera del SAS se eternizan

Los recortes que la Junta de Andalucía está aplicando en materia de Sanidad están alcanzando límites sencillamente inaceptables. El Defensor del Pueblo ha tenido que tomar cartas en el asunto tras la denuncia efectuada por La Asociación Gaditana de Pacientes Anticoagulados y Portadores de Válvulas Cardiacas, que han puesto negro sobre blanco lo que es una evidencia: el Servicio Andaluz de Salud no está cumpliendo la ley que obliga a atender de manera adecuada a un paciente antes de 180 días.

Esta denuncia oficial que José Chamizo está investigando viene a refrendar lo que desde hace tiempo ya vienen denunciando numerosos usuarios de la sanidad pública y no menos profesionales del sector, que no paran de avisar del preocupante descenso de la calidad asistencial. Y tan preocupante es ese descenso por sí mismo como la opacidad de los gestores del SAS, que niegan la evidencia de forma obstinada y ponen todo su empeño en tratar de maquillar esas listas, en enredar a los pacientes con triquiñuelas burocráticas, en lugar de esforzarse por ofrecer un mejor servicio.

Desde hace muchos años, con razón, la sanidad pública en España, y en Andalucía, se ha ganado el respeto e incluso la admiración de los ciudadanos. El nivel de los profesionales de la medicina es altísimo. Pero el de sus gestores, el de los 'burócratas', está mancillando ese buen nombre. Y lo que es peor, poniendo en riesgo ese alto nivel de atención.

La huelga que han protagonizado los médicos residentes en los últimos días no es sino una constatación más de que los que están al frente de la gestión del Servicio Andaluz de Salud están perdiendo el norte.