Una de las tantas edificaciones paralizadas que existen en Chiclana . :: C. R.
Chiclana

La supervivencia del ladrillo

Además de la mala situación económica, la anulación del PGOU hace un año ha acelerado el estancamiento del sector Chiclana es una de las más afectadas por la crisis de la construcción

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Se sabe desde hace tiempo, las dificultades en el ámbito de la construcción cada vez son mayores. Las cifras de desempleados en Chiclana lo avalan. En el mes de octubre fueron 3.288 los chiclaneros en paro procedentes de este sector, un dato que supone más del doble que en otras ciudades de la provincia, como Cádiz o Puerto Real.

Y es que antes de que la situación económica del país tomase la dirección que actualmente tiene, Chiclana era una de las ciudades más prósperas de todo Cádiz en lo relacionado con las obras. Tanto, que los polígonos industriales de la localidad llegaron a convertirse en punto de referencia para poner en marcha nuevos proyectos, dentro y fuera de la provincia.

Sin Plan General

Ahora la situación ha cambiado, y en los últimos años se ha podido observar un retroceso en este sector de la ciudad que, aún más, se vio agravado en junio de 2011, cuando el Tribunal Supremo tumbó el Plan General de Ordenación Urbana. Desde entonces y hasta la llegada de una nueva regulación, el urbanismo de Chiclana se rige por las Normas Subsidiarias de 1987, que consideran cerca del 80% del suelo de la ciudad como no urbanizable.

Con ello, las pocas inversiones que hayan podido llegar en este tiempo a la ciudad para dar alivio a quienes viven de la construcción se han visto paralizadas por la imposibilidad de establecerse en suelos no urbanos.

Un paliativo a esta situación podría llegar cuando la Junta de Andalucía apruebe las Normas Sustantivas, que regularán la ordenación de la ciudad hasta la elaboración de un nuevo PGOU.

Efectos en la industria

No hay nuevas obras, ni de carácter público, ni privado. Por eso, solo las reformas mantienen a duras penas las empresas del sector. Resisten a lo justo y, por supuesto, dando marcha atrás a expansiones y grandes desarrollos de sus propias instalaciones, que un día crecieron para cubrir la demanda que existía.

En los últimos días, se ha conocido públicamente como Vipren Prefabricados y Materiales, S. L, presentaba un ERE para despedir a 35 trabajadores por la caída de las ventas en un 80% desde 2006. Pero no es el único caso, otras firmas con renombre en la provincia, como el caso de Derribos Aragón, se encuentra actualmente en concurso de acreedores por la imposibilidad de hacer frente a la situación.

Otras, como Millán, han reducido instalaciones y el 20% de la plantilla para mantenerse a flote en estos tiempos. Sin embargo, la caída más dura de los últimos años ha sido la de Polanco, que tras declararse insolvente, precipitó al desempleo a más de 250 trabajadores.