CAMBIO DE OBJETIVO

Si algo positivo podemos sacar del desastre que supuso el partido del pasado domingo del Cádiz es que hasta el mismísimo mánager general, el señor Gaucci, reconoció en rueda de prensa que quizás tendría que dar la razón a aquellos que decían que este equipo no tiene nivel para luchar por el ascenso. Quizás ahí está la clave, desde el verano se viene hablando de que este equipo no llegaba en calidad técnica a la plantilla de la temporada pasada, y fueron los mismos jugadores los que se dieron por aludidos y no dudaron en manifestar que quizás tuvieran menos calidad, pero tenían mucha hambre futbolística. Pues bien, parece ser que el hambre ha sido saciada en nueve jornadas, justo después de ganar el partido del Cartagena. Los partidos ante Cacereño y Arroyo han sido para olvidar, pero más que para olvidar, nos deben servir para ver cuál es el nivel real que tiene el equipo, y éste no es otro que nivel de mitad de tabla. En concreto, nivel de puesto número once, que es el que marca la clasificación, esa que nunca engaña a nadie, esa que dicta la pura verdad de cada uno de los equipos. La cosa está meridianamente clara. Si a la falta de aptitud le unimos la falta de actitud, el resultado es 2-5. Pues bien, llegados a este punto debemos quitar la presión de mirar al horizonte lejano y dejarnos de mirar el primer puesto, ese que está a ocho puntos de diferencia, y empezar a ganar o en todo caso a sumar puntos para ir alejándonos de los puestos de abajo e ir subiendo escalones en la tabla que nos permitan respirar tranquilos. Aún recuerdo la fatídica temporada 07-08, cuando sufrimos uno de los descensos más dolorosos de la historia cadista. Faltando ocho jornadas y estando enfangados hasta el cuello, todavía pensábamos que si ganábamos no sé cuántos partidos terminaríamos ascendiendo. Qué duro es todo, pero quizás tenemos que cambiar de objetivo, bajar el listón de la exigencia y que sea la tabla clasificatoria la que nos marque el camino.