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La campaña regresa en medio del duelo

Obama es respaldado por los gobernadores republicanos de los estados afectados por 'Sandy'

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Con las tremendas imágenes de la destrucción causada por Sandy golpeando las retinas de los estadounidenses, el interés por la campaña electoral ha pasado de pronto a un discreto segundo plano. ¿Cómo puede competir la oleada de pulidos anuncios proRomney o a favor de Obama con el llanto de una mujer que acaba de perderlo todo con la brutal crecida del océano? En Nueva York, en Nueva Jersey y en Connecticut, donde millones de personas afrontan duros días, es momento para la alta política, el tipo de esfuerzo colectivo del que gustan presumir en este país cuando los tiempos vienen muy mal dados.

Andrew Cuomo y Chris Christie, dos gobernadores que suenan como aspirantes a las presidenciales de 2016, han sabido estar a la altura de ese espíritu por su valentía y capacidad de liderazgo. Las palabras de Cuomo, gobernador demócrata de Nueva York, han resultado especialmente valiosas porque no se ha limitado solo a pedir dinero a Washington para afrontar la enorme empresa de la reconstrucción. También habló de luchar contra el cambio climático y la necesidad de invertir en sistemas de protección -como los diques de Nueva Orleáns- que minimicen los daños que los cada vez más frecuentes huracanes causan en la ciudad de los rascacielos.

En cuanto a Christie, uno de las figuras verdaderamente relevantes entre los republicanos más hostiles hacia Washington, han sorprendido sus buenas maneras ante la oferta de mano tendida de Barack Obama. Cualquiera que sea la clave en la que se interpreten sus movimientos de estos días en favor de la cooperación, responden a lo que piden los habitantes de la maltratada Nueva Jersey en estos momentos. No en vano, más del 90% del dinero necesario para la reconstrucción saldrá de las arcas de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA). Bien manejada, la situación tiene indudables ventajas para las aspiraciones del presidente Obama, porque lleva su duelo con Mitt Romney a uno de los terrenos cruciales que enfrentan a demócratas y republicanos: el tamaño que debe tener el Gobierno federal y la mejor manera de gastar el dinero del contribuyente.

Implicación del Gobierno

En las calles destruidas de una localidad costera de Nueva Jersey, el presidente abogó por una rotunda implicación del Gobierno federal en las tareas de reconstrucción de los estados más afectados por 'Sandy'. «No nos iremos de aquí hasta recuperar todas las infraestructuras», dijo Obama. A los residentes y empresarios que han perdido o tienen dañadas sus propiedades los animó a pedir ayuda a la FEMA.

Aunque no se han precisado cifras de daños, ya hay un compromiso de ayudar a los pequeños negocios -hasta 2 millones de dólares (1,54 millones de euros) por empresa- y hasta 40.000 dólares (31.000 euros) a las familias con sus casas dañadas o destruidas. Más allá de las cifras, el mensaje conjunto que dejaron ayer el presidente y el gobernador de Nueva Jersey a las decenas de vecinos que encontraron a su paso fue un firme compromiso por trabajar juntos. Al final del recorrido, Obama agradeció la «agresividad» de Christie para devolver la electricidad a más de 2,5 millones de personas y empezar la inmensa tarea de recuperar el suministro de agua potable y limpieza en las calles.

En sus actos de campaña ayer en Florida, al aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, no le quedó más remedio que plegar velas en sus tradicionales críticas a Obama. De sus labios salieron palabras de elogio al papel de la agencia de emergencias, dando a entender que de haber sido presidente él también habría sido muy generosos. Ante un desastre como éste, «me aseguraría de que la FEMA tuviera todos los fondos necesarios para cumplir con su misión», dijo.

Sus palabras contrastan con su programa electoral, que precisamente pone en acento en una severa reducción de los presupuestos de la mayoría de las agencias gubernamentales. El pasado año, durante un debate de su partido en New Hampshire, sus palabras fueron interpretadas por algunos analistas como una llamada nítida a eliminar la FEMA. «Cada vez que ustedes tengan la oportunidad de quitarle algo al Gobierno federal y dárselo a los estados, ésa es la decisión correcta», indicó el ex gobernador de Massachusetts a sus correligionarios. «Y mucho mejor si ustedes son capaces de llegar un poco más allá y entregar esas competencias al sector privado». Un horizonte de atención de las emergencias que recuerda más a la Nueva Orleáns del 'Katrina' que a la costa Este de 'Sandy'.