El BCE logra contener a los mercados y la prima de riesgo sin gastar un bala

España respira gracias a la determinación del todopoderoso BCE. Desde que el presidente del banco central, Mario Draghi, desgranó a primeros de agosto su plan para la compra masiva de deuda, el sosiego se ha instalado en los mercados. Entonces, se creía que España aceleraría a fondo para pedir el rescate y provocar la intervención automática de la entidad. La mayoría de los analistas insisten en que Mariano Rajoy tendrá que pedir auxilio tarde o temprano, pero de momento Draghi ha impuesto su ley. Sin gastar ni una bala, el responsable italiano mantiene bajo control la prima de riesgo y ofrece al Ejecutivo español un tiempo precioso para convencer a los inversores con sus propios méritos.

El presidente del eurobanco, que hoy cumple un año al frente de la entidad, ha cambiado las reglas de juego completamente. Hasta la presentación de su programa para la compra ilimitada de bonos, el BCE intervenía exclusivamente en momentos extremos y con unos recursos muy medidos. Ahora, los inversores son conscientes de que Draghi va muy en serio y está dispuesto a utilizar los inagotables fondos del emisor.

Un alivio para España, donde el desempleo llegó al 25,5%, frente al 11,6% de media de la moneda única, según datos de Eurostat.