Navantia contra Navantia

Navantia se encuentra ahora en una situación muy delicada tras el contrato suscrito con la empresa petrolera mexicana Pemex, que dará empleo en Galicia a unas 3.000 personas durante los próximos tres años. Dos grandes hoteles flotantes se construirán en Ferrol y Vigo, respectivamente. No se trata de un triunfo de Navantia. Al contrario. Este acuerdo es fruto de los movimientos que ha realizado durante los últimos meses el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien no dudó en viajar a México a atar de forma definitiva el acuerdo que se firmó el pasado miércoles. Sin embargo, el calendario juega a veces malas pasadas y, en este caso, la rúbrica del acuerdo ha coincidido con la víspera de las elecciones gallegas. El contrato ha indignado a los trabajadores de Cádiz, que ven como la dirección de Navantia, pese a las gestiones comerciales internacionales, es incapaz de captar nueva carga de trabajo para los astilleros de la Bahía. La compañía mantiene desplegadas por una veintena de países medio centenar de acciones comerciales pero, de momento, no hay nada a la vista. El contrato que ha ganado Galicia ha servido, entre otras cosas, para despertar el animal de los desequilibrios y los reproches. Los primeros en tirar la piedra han sido los socialistas, que ven en el acuerdo un intento del Gobierno de la Nación por favorecer al PP gallego en detrimento de Andalucía. No hay que olvidar que el presidente Rajoy es de aquella comunidad. La Junta, por ejemplo, ya ha pedido explicaciones y solicita de Navantia que derive parte de la carga de trabajo de Pemex hacia las plantas de la Bahía. De cualquier forma, es Navantia y el Gobierno de la Nación quienes tienen que ir juntos a captar nuevas inversiones navales.