El desencanto

Gobernar en democracia comporta ser criticado por algunos medios de comunicación, pero sobre todo por los partidos de la oposición. Y ahí es dónde se aprecia por los ciudadanos la talla de sus representantes. En el tiempo que gobernó en el Estado el PSOE, la oposición que hizo el PP desde el minuto cero, fue implacable.

Descalificaciones personales, insultos, y todo tipo de argucias que derivaran en la falta de credibilidad del adversario y su consiguiente pérdida del poder. A pesar de todo, no fue el 'estilo' PP lo que se llevó por delante al sr. Zapatero, si no más bien una crisis galopante que no se supo, o no se quiso ver, lo que situó al sr. Rajoy y su gobierno de mayoría absoluta el pasado 20 de Noviembre.

Y en la fecha que estamos, según todas las encuestas, el PP perdería su mayoría absoluta (yo diría que muy merecidamente) y el PSOE no lograría obtener un mayor apoyo social siendo UPYD e IU los que más se beneficiarían de esta circunstancia.

Este hecho debería llevar a la reflexión a los aparatos de los dos grandes partidos, para ser más atractivos ante sus posibles votantes.

La desconfianza y el descrédito que a día de hoy tienen 'los políticos' es un mal síntoma. Muy malo, diría yo, ya que si nos empezamos a desinteresar por la política, 'otros' lo harán por nosotros y cuando nos demos cuenta de lo que supone nuestra indolencia tal vez sea demasiado tarde.