La Victoria y su entorno ya son Bien de Interés Cultural

El emblemático Monasterio de La Victoria ya es Bien de Interés Cultural. El consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía decidió ayer su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de monumento. El inmueble, cuya construcción data de principios del siglo XVI, tiene actualmente un uso cultural y presenta notables valores arquitectónicos que son fruto de la simbiosis entre las formas góticas y renacentistas.

Cabe destacar que hasta la fecha estaba declarada como BIC solo la parte de la iglesia, pero la protección alcanza ahora la totalidad del inmueble. Y es que el decreto de catalogación aprobado por el Consejo establece una zona de protección alrededor del monumento para preservar su relación visual con el casco histórico de El Puerto. En este entorno quedan grandes espacios sin edificar como consecuencia de la demolición de las instalaciones de la prisión y de la existencia de infraestructuras de transportes desde el siglo XIX. La concejala de Patrimonio Histórico, María Antonia Martínez, celebró la buena noticia y destacó que durante todo el verano se están realizando visitas guiadas al monasterio enmarcadas en la programación de actividades de la concejalía para este verano.

Visitas guiadas

«La iniciativa está contando con el respaldo del público y cabe esperar que la inclusión dentro del catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz motive aún más y aumenten los interesados en conocer el pasado del Monasterio de la Victoria». Éste ya forma parte de la lista de edificios portuenses reconocidos con esta catalogación: el Castillo de San Marcos, el Palacio de Purullena, la Iglesia Mayor Prioral, el Castillo de Santa Catalina, el Castillo de Doña Blanca y la Casa de Las Cadenas.

El Monasterio fue levantado a extramuros de la ciudad medieval con el patrocinio de los duques de Medinaceli y bajo las influencias arquitectónicas y artísticas de la Catedral de Sevilla. Su edificación constituyó un acicate para el desarrollo urbano de El Puerto. Su función monacal se prolongó hasta el siglo XIX, con la desamortización de Mendizábal. Al final de esta centuria, su adaptación como complejo penitenciario conllevó reformas en las crujías del claustro y del núcleo del monasterio, afectadas por las construcciones anexas para el nuevo uso.

De la obra original se conservan la iglesia, el claustro, la sacristía con el oratorio y las salas capitulares. Del templo sobresale la portada, de composición ojival y traza simple con decoración de estilo gótico. En su interior presenta una sola nave con cuatro tramos cubiertos por bóvedas ojivales, además de ocho capillas laterales y la Ducal o del Santo Cristo. En los últimos años, el edificio ha sido objeto de obras de adaptación para sus actuales usos culturales, de forma que las estancias abiertas al patio del claustro en la planta baja han sido habilitadas como salas de exposiciones, proyecciones y conferencias. «Es motivo de satisfacción contar en nuestra ciudad con un edifico más que ya goza de tal reconocimiento, por su gran valía arquitectónica y toda la historia que encierra».