Apuntes

Un tesoro abandonado

El Teatro Romano de Cádiz cumple dos años de cierre y demuestra la ineptitud de la Junta para priorizar proyectos

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Bastante irritante sería que una obra anunciada para unos meses cumpla dos años sin terminar. Pero si ese proyecto afecta a un tesoro histórico y cultural, atractivo básico para el turismo de una ciudad, y ni siquiera tiene fecha ni plazos de culminación, el caso alcanza ya proporciones escandalosas.

El Teatro Romano de Cádiz es uno de los recintos de su categoría más importante de España y de Europa. Desde su descubrimiento, hace apenas 30 años, nunca ha recibido la atención requerida pero los niveles de abandono a los que le somete actualmente la Consejería de Cultura de la Junta son absolutamente insólito.

Dos años después del cierre para el inicio de unas obras imprescindibles, puesto que estaba amenazada la estabilidad del teatro mismo y de las viviendas del entorno, aún no existe ningún plazo de terminación. El historial del proyecto es para echarse a llorar. En octubre de 2011, la reforma quedó paralizada por falta de fondos presupuestarios. Luego llegaron las dificultades económicas de una de las empresas contratadas. Tres meses después, las máquinas volvieron a funcionar. Se llegó a anunciar que la inauguración del nuevo Teatro Romano, con un centro de interpretación, sería en 2012.

Cuando este año está mediado, se da por perdido íntegramente y la Junta ya ni se atreve a dar una nueva fecha, ni siquiera se sabe si el proyecto avanza, si estará en 2013. Nada. Las explicaciones de la delegada de Cultura de la Junta son de un calado técnico e intelectual que asusta: «Hemos tenido mala suerte», dice Yolanda Peinado. La situación de incertidumbre es tal que hasta los vecinos y comerciantes de la zona se han agrupado para sacarle los colores a la administración regional, recordarle que el atractivo turístico es fundamental para la ciudad y pedirle, al menos, explicaciones más allá del infortunio.