Cádiz cabe en el Oratorio

Había una deuda pendiente con la sociedad gaditana en este año del Bicentenario. El pueblo llano, el que no aparece a diario en las fotos institucionales, ha tenido su hueco destacado en un solemne acto celebrado ayer en el Oratorio y que apunta a mantenerse en años sucesivos. El Ayuntamiento coloca de esta forma a la sociedad civil en el sitio que se merece y le da un protagonismo relevante. La conmemoración de los doscientos años de la Constitución de 1812 arrancó el pasado 19 de marzo con una brillante ceremonia en el Oratorio de San Felipe donde España quedó representada por las principales autoridades del país. La presencia entonces de los Reyes de España y del Gobierno de la Nación, además del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hicieron que el eco del Bicentenario traspasara fronteras. Sin embargo, las difultades que presentaba un aforo tan reducido y las restricciones por motivo de seguridad y protocolo impidieron entonces que la representación de la sociedad civil estuviera en ese acto. El Ayuntamiento ha movido los hilos con acierto para recordar que el pueblo fue una pieza clave para sacar adelante la Carta Magna. Por esta razón ha buscado una fecha que rememore aquel juramento que hizo la población de Cádiz en las iglesias de la capital aquel 7 de junio de 1812, donde cientos de vecinos juraron fidelidad a un documento que les abría las puertas de la libertad y les otorgaba derechos y deberes. El 9 de junio, pero de 2012, doscientos años después, los gaditanos han podido rememorar aquel juramento. El acto de ayer ha servido para reunir y conjugar en el mismo sitio a la clase política y a la sociedad civil. Es decir, representantes institucionales y gente anónima. Todo Cádiz ha estado en el Oratorio y ha rendido un sincero homenaje a la proclamación de la Constitución del Doce. Los actos del Bicentenario siguen su curso, aunque con menos proyección internacional y nacional de la esperada.