Concierto de retos en el Oratorio de la mano de Barenboim

El maestro Guillermo García Calvo reconoce haberse sorprendido, muy gratamente, cuando hace una semana 'cogió' a los jóvenes músicos de la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Said. Desde entonces ultiman los conciertos con los que, hoy en Sevilla y mañana en Cádiz, cierran el curso. La actuación de este domingo en el Oratorio de San Felipe Neri viene motivado, además, por la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Como viene siendo habitual, será de entrada libre y gratuita hasta completar el aforo del oratorio.

El repertorio que ofrecerán estos músicos, en su mayoría son alumnos del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo, es «variado y entretenido». Estas obras fueron compuestas entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, son muestra de los diferentes movimientos musicales que sucedieron en la música europea al romanticismo novecentista. Cada pieza plantea un reto diferente. «De la Serenata en mi bemol mayor Op. 7 de Richard Strauss lo más complicado es la afinación de los vientos. El Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy nos plantea la dificultad de plasmar la sonoridad impresionista», explica García Calvo. El programa se completa con La creación del mundo, Op. 81a de Darius Milhaud, «llena de ritmos africanos y de jazz», y la suite Pulcinella de Igor Stravinsky, una pieza «transparente y diatónica».

Los ensayos para ambos recitales se han celebrado en el Conservatorio Profesional de Música Cristóbal de Morales bajo la batuta del director jerezano Juan Luis Pérez. Pero hace una semana llegó García Calvo (Madrid, 1978). Un director que en 2011 cosechó un clamoroso éxito en su estreno operístico en España. Desde 2004 ha mantenido una estrecha relación con la Ópera Estatal de Viena, donde ha sido responsable de la preparación musical de más de 50 títulos del repertorio operístico. La de mañana será su primera vez ante un auditorio gaditano, al que invita a participar a partir de las 12 horas de mañana en el Oratorio de San Felipe de un concierto «estilísticamente variado, un concierto de carácter, color y completamente distinto».