Dos intentos de robo con escasos resultados para los autores

El domingo fue día de robos en la ciudad ya que se produjeron, tanto en la tarde como en la noche, pero con escasos resultados para los cacos. El más temprano tuvo lugar en la urbanización La Almadraba, en la zona de la playa cuando el propietario de un apartamento entró en su vivienda y vio un individuo que se encontraba dentro. Éste, al percatarse de la situación salió corriendo y se dio a la fuga. Aún así, los agentes de la Policía Local lo localizaron en la calle Cangrejo cuando el presunto ladrón se desprendía de una prenda de vestir que resultó ser lo único que había podido sustraer en el apartamento del que acababa de salir. Además, el individuo también portaba otros objetos como un móvil, un par de pendientes de oro o un pintalabios que no eran de su propiedad. El detenido había conseguido acceder a la vivienda a través de un ventanal que daba al salón y que el propietario había olvidado abierto.

Ya, en la noche y en la zona de Huerta Rosario, era una vecina la que alertaba a la Policía Local al observar cómo un par de jóvenes habían hecho uso de un husillo para partir el cristal de un establecimiento dedicado a la venta de golosinas de la calle Ancha. Ambos, uno de ellos menor de edad, entraron por el estrecho hueco que habían fabricado y se dirigieron, directamente, hacia la caja registradora de la que se llevaron el cajón que, como cada noche, estaba vacío. Por esto mismo, los propietarios del negocio se extrañaron al conocer la noticia, ya que «vieron que no había nada dentro y aún así se lo llevaron y no lo soltaron». Tanto es así que en el momento de la detención, uno de ellos continuaba portando dicha pieza.

Del resto del establecimiento no trataron de llevarse nada más, así se refleja del orden que mantenía la tienda al día siguiente, ni siquiera un teléfono móvil de alta gama que la propietaria había olvidado justo al lado de la caja registradora. Los dos presuntos autores del robo fueron detenidos en las inmediaciones del lugar de los hechos, a pesar de que uno había huido en ciclomotor se escondía tras un coche cercano y el segundo hacía lo mismo pegado a una pared.