Mariano Rajoy, a su llegada al aeropuerto de Seúl. :: LIU JIN / AFP
ANDALUCÍA

Rajoy niega que sus reformas hayan perjudicado a su partido en Andalucía

El presidente del Gobierno rechaza que el resultado electoral en Andalucía y Asturias sea un fracaso

SEÚL. Actualizado: Guardar
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Sin dramas ni lutos, al menos de puertas para afuera. Mariano Rajoy intenta levantar la moral de su tropa, tocada tras el revés sufrido el pasado domingo en Andalucía y Asturias. El presidente del Gobierno, nada más llegar a Seúl para participar en la II Cumbre de Seguridad Nuclear, negó que quedarse a cinco escaños de la mayoría absoluta en Andalucía pudiera considerarse un fracaso. Su argumento, el mismo al que han recurrido varios dirigentes populares, se basa en subrayar el mérito que supone para el PP ganar unos comicios por primera vez después de 30 años de hegemonía socialista. «Me siento muy orgulloso del trabajo de Javier Arenas», remachó.

Si a juicio de Rajoy el PP andaluz no falló, en quién recae la responsabilidad de esta amarga victoria. El líder de los populares tampoco lo aclaró, pero dejó claro que el notorio descenso de apoyos no es achacable a la reforma laboral ni al resto de cambios estructurales que ha puesto en marcha en sus primeros cien días en el Gobierno. De hecho, rechazó la idea de que los ciudadanos hayan planteado estos comicios como si fueran un plebiscito a sus políticas. Y si lo hicieron, no se da por aludido.

El jefe del Ejecutivo no abrió ni una sola rendija por donde pudiera entrar un atisbo de esperanza para PSOE, IU o sindicatos sobre una posible relajación de los aspectos más polémicos de la reforma laboral. Rajoy advirtió de que en abril y mayo dará luz verde a nuevas reformas. Y lo hará porque el país «tiene problemas serios» ya que cerró el pasado ejercicio con un déficit del 8,6%, cuenta con cinco millones de parados y muchas dificultades para hallar financiación. «No es un capricho, lo hacemos porque es lo que necesita España», acotó.

Lo que más preocupa al Gobierno es que «Europa está detrás», vigilando los pasos de España en la lucha contra el déficit. Una multa de las autoridades económicas de la Unión, además de la gravedad que ello implica, propiciaría nuevas convulsiones en nuestra economía, según destacan fuentes gubernamentales.

Visiblemente cansado tras 12 horas de vuelo, puso al mal tiempo buena cara y recalcó que el PP no va a defraudar a los cientos de miles de personas que le han otorgado su confianza. «Nos hubiera gustado, como todo el mundo sabe, lograr la mayoría absoluta, pero estoy muy contento del trabajo que han hecho mis compañeros en Andalucía», reiteró.

Rajoy es consciente, al igual que Arenas, de que el pacto entre PSOE e IU dejará al PP en la oposición otros cuatro años más. Tal vez por ello comenzó a sembrar desde el primer minuto y garantizó que tanto el Gobierno como el PP van a seguir trabajando para que en Andalucía «se acaba pronto el paro y empiece a generarse actividad económica».

«Fracaso»

Otros miembros del Gobierno hacen, en privado y desde el anonimato, un diagnóstico más descarnado de los resultados electorales. Fue «un fracaso» sin paliativos, admitieron estas fuentes, que achacaron, a diferencia de Rajoy, a la reforma laboral, los recortes del gasto y la subida del IRPF la pérdida de casi 400.000 votos en Andalucía en los cinco meses transcurridos desde las elecciones generales. El análisis del Ejecutivo concluye que la abstención se alimentó sobre todo de votantes del PP en las pasadas elecciones generales y alerta de las consecuencias nefastas que tendría si esta situación se extendiera al resto de España.

En público, sin embargo, los miembros del Gobierno se ciñen al mensaje de Rajoy. La ministra de Fomento, Ana Pastor, puso el acento en que el PP fue el partido «más apoyado» en Andalucía aunque no pueda gobernar y aseguró que los populares ejercerán la oposición «con responsabilidad». El presidente del Congreso, Jesús Posada, recomendó no hacer «lecturas a nivel nacional» de los resultados. Aceptó, no obstante, que las medidas económicas han podido tener su impacto porque «todo influye».

El vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, fue el encargado de pedir calma. Señaló que era un día para «la reflexión y la humildad».