Jerez

Acusan a una mujer de contratar a un sicario para 'asustar' a su exmarido

La imputada fue detenida cuando aguardaba en un coche con dos hombres que presuntamente iban a agredir a la víctima

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Lo que parece que solo ocurre en la ficción es lo que está viviendo en sus carnes un jerezano de 29 años, cuya exmujer ha sido detenida por encargar presuntamente a un sicario que le diera una paliza. La historia de Gabriel O. P. se remonta a hace tres años, cuando él y su esposa, una sevillana que responde al nombre de Francisca G. P, se trasladaron al pueblo valenciano de Burjassot donde él había comenzado a trabajar en una farmacia.

Al principio todo marchó sobre ruedas y fruto de esa unión nació una niña, que ahora cuenta con poco más de dos años de edad. Así lo relata la víctima en su declaración en la Comisaría de Burjassot, a la que este medio ha tenido acceso, y en la que especifica que poco tiempo después la relación se fue deteriorando hasta que hace justo un año se iniciaron los trámites de separación.

Desde ese momento, la mujer se trasladó a Palma de Mallorca y la niña se quedó en el domicilio familiar con su padre, quien se encargó de todos sus cuidados y se hizo con la custodia. Posteriormente la madre recaló en Sevilla, su ciudad natal, donde habita en la actualidad. Siempre según el perjudicado, la separación no se produjo de forma amistosa y se inició todo un periplo judicial en torno a la tutela de la menor que persiste hoy día, agravado por el hecho de que la niña regresó a Valencia tras pasar un mes y medio con su progenitora «con una pérdida de peso importante».

Como manifestó el jerezano, a raíz de ahí se enteró de forma accidental de que su expareja tenía intención de «secuestrar» a la niña para llevársela a Sevilla, cosa que finalmente ejecutó en compañía de su pareja actual y por lo que Gabriel acabó interponiendo una denuncia. Todo ello, según él, ha ido acompañado de «amenazas» hasta el punto de que el pasado mes de agosto ambos aporrearon su puerta con un objeto contundente mientras le llamaban a gritos, lo que le hizo llegar a temer por su vida.

Desde entonces, el afectado asegura que ha pedido continuas medidas de protección para él y para su hija, y en enero vivió un episodio similar cuando la acusada entró en un bar donde él se encontraba y comenzó a golpearle, por lo que tuvo que intervenir la Policía. La gota que colmó definitivamente el vaso se produjo el pasado lunes, 27 de febrero, cuando el joven estaba paseando a su perro por las cercanías de su domicilio y fue requerido por un agente para que le acompañara, junto con la pequeña, a las dependencias policiales como medida de protección ante la inminencia de un posible atentado contra su persona.

Un francés en busca y captura

Como han confirmado fuentes solventes del caso, Francisca G. P. y su pareja, que regenta un gimnasio en Sevilla, habían contratado presuntamente los servicios de un ciudadano francés con numerosos antecedentes penales para que hiciera las veces de sicario y acabara con la vida de Gabriel, según las sospechas de la propia víctima. Afortunadamente el ataque no llegó a materializarse porque esta persona estaba buscada por la Policía de su país y en virtud de unas escuchas telefónicas se pudo destapar el plan urdido por la exmujer.

De estas conversaciones, según las mismas fuentes, los agentes extrajeron la información necesaria para montar un dispositivo de seguimiento que culminó el pasado lunes, cuando después de poner a salvo al perjudicado y a su hija los funcionarios detuvieron a las tres personas mencionadas en las proximidades del domicilio de la víctima, donde permanecían apostados en un coche.

Como informaron fuentes policiales a LA VOZ, aunque la detención se produjo en la Comunidad Valenciana estos individuos fueron trasladados a la Comisaría de Sevilla, ciudad en la que se llevó a cabo un registro domiciliario en la vivienda de la pareja. Hace dos días pasaron a disposición judicial y ayer el juez levantó el secreto del sumario, tras lo que pudo conocerse que finalmente han sido cinco y no tres las personas detenidas en el marco de este caso.

En lo que respecta a los delitos, solo ha trascendido que la mujer será imputada, en un principio, por un presunto delito de detención ilegal (en lo que se refiere a la menor) y otro de lesiones en grado de tentativa, ya que a diferencia de lo que opina su exmarido su intención no era la de acabar con su vida, sino la de «darle un susto».