El Cautivo preside el viacrucis de las cofradías

Primer lunes de cuaresma, fecha fijada en el calendario por el Consejo de la Unión de Hermandades para celebrar el viacrucis de las hermandades y cofradías de la ciudad. En esta ocasión, la imagen que presidirá este acto penitencial será la del Señor Cautivo, de la hermandad del Cristo del Amor. Está previsto que la comitiva salga a las seis y media de la tarde de su capilla, y que llegue dos horas después a la catedral cogiendo por San Juan, Francos, Sedería, Chapinería, Asunción, José Luis Díez, Santa Isabel y Visitación, para entrar por el Reducto a la puerta principal.

La primera de las meditaciones la realizará el deán de la catedral, Antonio López, y el resto serán realizadas por cofrades designados tanto por el Consejo como por la propia hermandad. Los seleccionado por la Unión de Hermandades son Felipe Ortuno, asistente eclesiástico y sor Inmaculada Romero, asesora en juventud, el propio presidente, Pedro Pérez, el pregonero, Ignacio García Pomar, el director de Cáritas diocesana, Francisco Domouso, Joaquín Perea y Manuel Muñoz Natera. Por parte del Cristo del Amor son el hermano mayor, el secretario de la delegación de Hermandades y cofrade del Amor, Francisco León, la hermana Agustina, sor Inés Mlombe, el delegado del Martes Santo, Juan Sánchez Mesa, el delegado de juventud del Amor, Alejandro Cintado, la camarera del Cautivo, Carmen Rodríguez y el cofrade de la hermandad Juan Peña. La última estación será meditada por el obispo diocesano.

Está previsto que el cortejo rece las meditaciones en las cruces de la propia catedral, evitando de esa manera solicitar las cruces de guía a las hermandades participantes. Durante el viacrucis intervendrá la coral catedralicia, que interpretará motetes y corales de Bach, Mozart, Haydn y Loetan. De regreso volverá por Cruces, Curtidores, Peones, Carpintería Baja, Carpintería Alta, Juana de Dios Lacoste, donde se retirarán las Madres Agustinas y San Juan. Habrá una capilla musical y las monjas agustinas cantarán sus cantos propios al paso de la corporación por el convento.