COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

LLUVIA DE IDEAS

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La lluvia de ideas, ya lo sabrá, es una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevos proyectos sobre un tema o problema determinado. La única regla que hay que seguir es la de «aplazar el juicio» porque, en principio, ninguna aportación debe ser rechazada para impedir que se inhiba la creatividad. En algo así estamos empleando el futuro de esta ciudad, en un gigantesco 'brainstorming' donde todo vale, no me cabe ya la menor duda, porque aquí no sólo no se desestima ninguna ocurrencia, sino que además, son las ideas más disparatadas las que terminan por hacerse un hueco en el relicario de despropósitos que con celo guardamos para generaciones venideras. El menú no tiene desperdicio.

De primer plato, los romanos vuelven a Cádiz. Sí, como lo leen. La Centuria Romana de la OJE -qué mal suena-, o parte de ella -sólo vendrán unos pocos- acompañarán a la Sentencia en la Magna del próximo siete de abril, en lo que el hermano mayor define como «el inicio de una colaboración» entre la cofradía y la centuria que destaca por su «profesionalidad» y por haber intentado sin éxito -una lástima- en 2006 organizar «un campamento romano» en Mérida. No, no se atragante todavía. De postre, Antonio de María anuncia que los pasteleros gaditanos ya trabajan en la creación de un «pastel del Doce» -no piense mal- que se consuma cada 19 de marzo al estilo de los roscones de Reyes y que se convierta en el emblema de la efemérides.

Puestos a dar ideas, a mí también se me ocurre una. No hace mucho, una pastelería de la calle Pelota vendía unos retretes de porcelana -blancos impolutos- de los que asomaba un poco de chocolate con forma burdamente explícita y un papel higiénico que decía «Recuerdo de Cádiz». Podría servir, ¿no?. No lo olviden, se trata de no desechar ninguna idea.