AMARILLO PANTONE

SÁBADO DE TURISMO

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La semana pasada y gracias a la asistencia al Congreso de Gestión de Áreas Litorales pudimos un grupo de personas disfrutar de una ruta turística por la ciudad. Es interesante ejercer de turista en tu propia ciudad, puesto que es una oportunidad que pocas veces se presenta; y ya una vez terminados los estudios en el bachiller o colegio, aplicar un poco de humildad gaditana y explorar desde una posición externa la historia de la ciudad, es un ejercicio con el que podemos aprender muchas cosas. Gracias a ello pudimos conocer al historiador Javier Freire, que normalmente es asesor de personajes históricos literarios... y apasionado por la historia de Cádiz aún más en su época romana. Nos contaba los tejemanejes de los fenicios, que aplicaban el comercio silencioso, sus extraños rituales de sacrificio de niños y las ofrendas a los dioses en forma de objetos cotidianos o esculturas, que arrojaban al mar. Pero más allá del excelente guía, lo que más nos sorprendió es que aún siendo sábado por la mañana, tanto la iglesia Santa Cruz, como el Teatro Romano (sí está en restauración) o la fábrica de salazones, estaban cerradas para la visita; amén de la Catedral, o la Casa del Obispo que exigen pagar para entrar... no ya al turista foráneo, sino también a los gaditanos. Y eso que fuimos a aquellos sitios que creíamos iban a estar abiertos... a los de dudosa información ni se intenta. ¿Esa es la oferta turística gaditana un sábado por la mañana en pleno 2012? Más bien fue una desilusión turística si no hubiese sido por las apasionantes historias de Julio César en su visita a la ciudad de Gades cuando tuvo aquel sueño con su madre, o la posterior unión con la familia Balbo para financiar sus campañas... Ni hablar queda de la descripción exhaustiva del eje administrativo de la ciudad romana gaditana situada en lo que hoy es la Catedral, cuya recuperación sería, sin duda, un hallazgo equiparable al que fuera la ciudad de Pompeya en su época. Mucho nos queda por trabajar si realmente creemos que nuestra ciudad tiene interés turístico, ya que el poco que podemos explotar no se hace ni los sábados por la mañana, a pleno sol en invierno con más de 17 grados de temperatura, clima admirado por otras ciudades Patrimonio de la Humanidad como Granada o incluso París o Roma... ¿Qué ocurre?