Puerto Real, ignorado

Debo expresar una sana envidia por el entusiasmo y el tesón que tanto el municipio de San Fernando y, en mayor medida nuestra capital, Cádiz, vienen derrochando en la organización de los actos conmemorativos del Bicentenario del proceso constitucional correspondiente a los años 1810-1812, que culminó con la proclamación de la Carta Magna que ahora conocemos como 'LA PEPA'. Pero tampoco puedo reprimir exteriorizar mi sentimiento de pesar al considerar como una injusticia el hecho de que Puerto Real haya quedado ignorado en el calendario de los actos programados para la celebración del aludido Bicentenario.

Leyendo a historiadores y comentaristas de aquel acontecimiento tiene uno la impresión de que el referido proceso constitucional discurrió en un ambiente de normalidad y que incluso las sesiones de las cortes estuvieron animadas por un clima coloquial y un espíritu de consenso. Por otro lado, observo que las circunstancias bélicas de aquella ocasión quedan soslayadas en la mayoría de las crónicas que se vienen publicando, de tal manera que el soporte trágico que sufrió nuestra población queda ignorado.

La retirada del ejército español buscando lugares más seguros y evitando enfrentarse a las tropas de Napoleón supuso que Puerto Real quedase totalmente desprotegido y a merced del vandalismo de los soldados franceses. Existen varios textos que dejaron constancia del horror producido por el ejército invasor en la tarde-noche del 4 de febrero de 1810, pero el mencionado ejército permaneció en Puerto Real hasta el 25 de agosto de 1812; los efectos de esta bélica ocupación y la magnitud de la tragedia producida quedan reflejadas en un escrito que el Ayuntamiento local envió a Madrid con fecha 31 de marzo de 1813, de cuyo contenido transcribo algunas frases: '. El cuadro de desertización y ruinas a que el vandalismo francés ha reducido a una hermosa población convertida en escombros, yermos su campos, muertos o fugitivos sus moradores.'

Como hemos podido apreciar por las fechas aportadas, los franceses permanecieron en Puerto Real hasta 5 meses después de aprobarse la pepa y los estragos producidos por esta ocupación se hicieron notar un año después de la mencionada aprobación; son datos objetivos que debió tener en cuenta el Consorcio del Bicentenario.