PAN Y CIRCO

ESO ES ANDUVA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No es casualidad. La llegada del Mirandés a las semifinales de la Copa del Rey es cuestión de esfuerzo, trabajo, garra, grandes dosis de moral y suerte, que también es necesaria en el mundo del fútbol para conseguir los objetivos. Eso sí, todo ello sin olvidar la calidad que atesoran muchos de los futbolistas rojillos en sus botas.

Ahora, al cabo de los meses, va a resultar que la eliminación del Cádiz en el 'playoff' de ascenso a Segunda División no fue tan desastrosa. Es innegable que fue inconcebible en la forma, ya que jamás se puede echar por la borda una renta de dos goles en diez minutos, máxime cuando das un zarpazo (el gol de Pachón) en el momento clave de la contienda. Ahora bien, todo lo que llevan demostrando los norteños en la 'competición del KO', ya lo dejaron patente el año pasado en su grupo (donde solo fueron superados en la recta final por el Eibar), frente al Cádiz y ante el Badalona. Únicamente faltó rizar el rizo ante el Guadalajara, que se llevó la gloria en Anduva y dejó con la miel en los labios a los mirandeses.

Esta temporada van por el mismo camino. Son primeros con 46 puntos, solo han perdido en 21 partidos ante el Alavés (0-1) y han recibido únicamente ocho goles en su contra. Unas cifras muy a tener en cuenta, que demuestran que los goles en los últimos minutos son unos ingredientes adicionales a ese gran trabajo realizado.

Por ello, eliminar a Villarreal, Racing y Espanyol (y cuajando grandes actuaciones lejos de Miranda de Ebro) no es flor de un día. Carlos Pouso ha sabido crear una sólida plantilla en la que solo el meta Nauzet y Nacho Garro aparecen como novedades principales. Su estrella, el mediático Pablo Infante, y el resto de su plantilla (el excadista César Caneda -autor del gol decisivo ante el Espanyol-, Garmendia, Corral, Raúl García, Iribas, Mújika, Martins, Muneta, Iván Agustín, Alaín o Lambarri) ya estaban ahí para contarlo. Y es que, Anduva, un campo de los de toda la vida, aprieta como nunca. Que pase el siguiente.