Imagen en la que se puede ver las puertas del edificio abiertas. :: C. C.
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Aún se desconoce si la Casa de la Juventud cerrará sus puertas

El Partido Popular estaba dispuesto a trasladar todas las actividades por las malas condiciones del actual edificio

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La polémica parece haberse disuelto ante el desconocimiento de lo que ocurrirá con la Casa de la Juventud. Muchos de los jóvenes que protestaron cuando el equipo de Gobierno anunció su decisión de trasladar todas las actividades a otras dependencias, dan por sentado que el equipamiento seguirá activo y funcionando como siempre y sin grandes cambios. Y eso que hace apenas dos meses se realizaron concentraciones y se recogieron firmas para evitar el inminente cierre de este edificio que acumula ya más de un mes de retraso con respecto la fecha dada por la delegada de Juventud Úrsula Ruiz.

El 1 de diciembre del pasado año se estableció como el día en que la instalación abriría por última vez sus puertas, pero finalmente y a pesar de la convicción del equipo de Gobierno de buscar una solución ante las malas condiciones que presentaba el equipamiento, nada nuevo se sabe de esta medida.

Desde el Gobierno municipal no se ha querido aclarar nada más al respecto de este asunto. Por lo que se desconoce si existe algún tipo de problema o si se ha producido algún contratiempo para el traslado de los trabajadores y de las actividades. La intención era que los talleres y todo lo referente a salas para la organización de actos y conciertos juveniles se concentraran en el centro cívico de la Ardila, mientras que los empleados se repartirían por diferentes áreas municipales y se abriría un punto de información y tramitación en el aula de estudios de la calle Alsedo.

Sin embargo, al parecer y tal como apuntó el portavoz del Partido Socialista, Fernando López Gil, el planteamiento pareció cambiar ante la posibilidad de realizar un traslado integral de todas las funciones de la Casa de la Juventud a una instalación municipal en desuso. Al parecer se pretende que sea el antiguo colegio del Padre Franco el encargado de absorber todo el trabajo y las actividades relacionadas con Juventud, convirtiéndose así en el nuevo punto de actividad para los jóvenes isleños.

El problema es que esta instalación lleva años cerradas y por lo tanto se tiene que rehabilitar realizando una inversión importante para adaptarla en una época poco propicia para gastar dinero. Se desconoce si la intención municipal es la de trasladar de manera definitiva la Casa de la Juventud al Padre Franco o si su paso sería transitorio hasta que se rehabilitara su actual ubicación o se construyera una nueva, algo que tampoco ha sido aclarado y que se encuentra en fase de estudio por parte de los técnicos responsables, como dejó entrever la propia delegada en la última comparecencia pública al respecto de este tema.

Eso sí un traslado integral cumpliría con una de las principales reclamaciones de los jóvenes y es que no se cumpla ningún tipo de disgregación entre los distintos talleres y actividades que se realizan y promueven desde la Casa de la Juventud.

Por el momento, la instalación continúa igual que antes de que se produjera la tormenta sin que nada haya afectado a su actividad. Tras los días de incertidumbre y dudas sobre su futuro la falta de información al respecto así como de la puesta en marcha de iniciativas han vuelto a traer la calma sin saber si será definitiva o tiene fecha de caducidad.