La manifestación vecinal recorrió ayer las calles del centro de Barbate para llamar la atención sobre la situación del municipio. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Un centenar de barbateños pone rostro a la desesperación del pueblo

Sin consignas políticas y con el objetivo claro de «despertar y unirnos», la enésima protesta ciudadana recorrió ayer las calles de Barbate

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No estaban todos los que son, pero sí eran todos los que estuvieron. Algo más de un centenar de barbateños solidarios, comprometidos, preocupados, indignados, consecuentes, reivindicativos y luchadores, participaron ayer en una manifestación sin siglas políticas o sindicales ni pancartas derivadas en pro o en contra del poder, en una protesta sincera, ciudadana, nacida desde la crítica constructiva, consecuencia con sus actos, veraz.

Aunque no fue la movilización más secundada de cuantas se recuerdan en el pueblo, y seguramente la del próximo día 9 que está organizada por los colectivos pesqueros tendrá más fuerza mediática y representación, la manifestación de ayer en Barbate removió conciencias. O al menos eso intentaba.

Tras una pancarta con el lema 'Por Barbate: Todos', los jóvenes integrantes del colectivo 15-M, representantes de agrupaciones políticas de la oposición, dirigentes vecinales, representantes de los trabajadores municipales y vecinos contrariados con la situación de crisis permanente que sufre su municipio, recorrieron las principales calles del casco urbano con gritos contra el inmovilismo y la falta de actividad económica en el pueblo.

Ante la mirada curiosa de cientos de convecinos, más preocupados ayer por hacer la compra navideña de regalos o de ver pasar el tiempo en la decena de bares de la Avenida del Mar, la movilización logró su objetivo; «queremos ser visibles, queremos dignidad; están ensuciando el nombre de Barbate, y hoy nos levantamos para luchar».

El grito de los ciudadanos anónimos, convocados por internet y sin un ápice de violencia ni verbal ni física, consiguió que Barbate volviera a sonar con fuerza en los medios como un pueblo unido y comprometido, que lucha contra los mil y un entuertos económicos en los que anda metido, y que hace apenas unas horas recibió la enésima mala noticia del año con el corte por parte de la compañía Endesa dl suministro eléctrico al Ayuntamiento y resto de dependencias municipales.

La lectura de un manifiesto en las inmediaciones del mercado de abastos fue el momento más emotivo de la protesta. Tras dar voz al «grito desesperado» de toda una población de 23.000 habitantes que languidece y que exige el final de «tanto olvido que no merecemos», las consignas son claras.

Sin recogida de basuras

«Queremos un futuro; estamos en apuros». Con este cántico, uno de los más coreados en la movilización de ayer, quedó demostrado que el pueblo barbateño quiere salir de la «asfixia» a la que está sometido.

Pero el camino no será sencillo, como los manifestantes de ayer reconocían. A las cifras de más de un 40% de paro de los 23.000 habitantes de la localidad, hay que sumar la delicada situación de sus dos únicas 'industrias', la propia administración local que no paga a sus 300 empleados, y la flota pesquera.

El horizonte no está ni mucho menos despejado. De hecho, casi de forma simultánea a la movilización ciudadana impulsada por el 15-M los sindicatos con representación en el Consistorio conocían la negativa de las autoridades a su petición de permisos para cortar la carretera mañana sábado.

Además, la semana que viene las asamblea permanente que llevan a cabo los empleados públicos desde hace semanas en el edificio del Consistorio se realizarán en horario nocturno; y más que presumiblemente, se suspenderá el servicio de recogida de basuras como nueva medida de presión para cobrar las nóminas que les adeudan.