Tribuna

¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?

SECRETARIO PROVINCIAL DEL PA Actualizado: Guardar
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Siempre se ha dicho que si una goma elástica se estira y estira acaba rompiéndose. Nuestra sociedad andaluza ha venido actuando como si fuera una de estas gomas elásticas, absorbiéndolo todo, con una confianza como si por mucho que la fueran a forzar no pasara eternamente nada, esta apariencia es falsa, como la goma elástica se llegará un momento en que se romperá.

La crisis económica se sabía que venía desde hacía muchos años, uniendo la crisis internacional con las internas, aunque algunos lo negaron, demostrando su cinismo y su incapacidad política para aplicar medidas paliativas (3 de julio de 2007, Zapatero: «Lo enunciaré de forma sencilla pero ambiciosa: la próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España. No lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero definitivo». 21 de agosto de 2007, Zapatero: «España está a salvo de la crisis financiera»). El 16 de marzo de 2009 el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, durante la celebración del Foro Económico Innovae y, en presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, opina: «Las perspectivas económicas de España son aterradoras. La situación económica es especialmente difícil en España. Los próximos años van a ser muy difíciles para los españoles. El camino de salida de la crisis para España será doloroso o extremadamente doloroso». Estaba claro lo que pasaba y lo que nos sucedería, aunque siguieron despilfarrando en las administraciones públicas y dejando a los bancos y cajas de ahorros hacer lo que les diera la gana, sin intervenir.

Los resultados los tenemos de forma dolorosa ahora en nuestra sociedad andaluza de 2011, una sociedad que ni en las épocas de esplendor económico había dejado de estar en la cola de las estadísticas sociales y económicas, ahora sufre las cifras de paro, familias sin ingresos, pobreza, marginalidad, delincuencia. toxicomanía, y un largo etcétera, que han estado aumentando gravemente y lo previsible es que sigan en el próximo año 2012 con la misma tendencia. Se ha perdido mucho tiempo, mientras tanto unos pocos se forraban con la crisis y la sociedad no se tomaba en serio el problema que se le avecinaba y seguía viviendo y consumiendo como si nada.

La realidad es dura, el resultado de todo esto es una sociedad donde cada vez habrá una mayor diferencia de clases, siendo mermada las clases medias y trabajadores, donde ya tenemos una generación de jóvenes que por primera vez no vivirán mejor que sus padres, sino más bien todo lo contrario, donde los mejor cualificados y formados no tienen otro recurso que emigrar. Y lo peor, la perdida de confianza ante todas las instituciones y organismos públicas, el temor al futuro, el aumento de la agresividad, la falta de ilusiones y esperanzas vitales. Es una realidad que no debemos negar sino afrontarla para superarla. La sociedad no puede tomar la misma indiferencia que cuando venía la crisis.

Ahora encima vienen políticas de recortes y de apretarse el cinturón en todo el estado, lo mandan desde la Unión Europea y "los mercados", que aunque no sabemos concretar quienes son, marcan las pautas a seguir, sino veamos el golpe de mano dado en Italia imponiendo un gobierno sin políticos. En Andalucía estas medidas se notarán más que en ninguna otra comunidad autónoma por nuestra peor situación, sobre todo en la esfera del mercado de trabajo. Puede ser el estirón que no aguante la sociedad andaluza y que la haga estallar.

Ante esto, la sociedad andaluza debe de ser sujeto de su destino, decidir entre los diversos caminos: puede aguantarse con lo que le mande hacer desde las esferas económicas resignándose una vez más a sufrir, para que todo siga igual y sigamos siendo una colonia económica interior de nuestro propio estado; estallar cuando las cosas sean inaguantables más como desahogo que como solución; o tomar las riendas y exigir que la primacía de las políticas no sean criterios económicos sino el ciudadano y bajo ese criterio preferencial, empezar a cambiar la situación con un plan global de generación de empleo, coordinado y exigido a todas las administraciones públicas empezando por el gobierno central, con la solidaridad y el esfuerzo de todos, no ya sólo para salvar la crisis actual sino para cambiar la estructura económica de nuestra tierra y que seamos la rémora del estado.

Esta crisis puede servir para que empecemos una nueva época, donde se busque más la felicidad del hombre que el puro desarrollismo. La crisis hay que superarla con principios, valores, educación y formación, sino solucionaremos esta crisis más o menos pronto, con una cifra de víctimas, y esperaremos sentado a la siguiente crisis. Además no creamos en salvadores, que gastan en el Senado más de 400.000 euros en un cuadro ni en los que compran objetos de lujo, que ha aumentado un 25% en este año. Tomemos conciencia y reflejémosla en las próximas elecciones autonómicas andaluzas.