Vista parcial de la antigua factoría de Navalips. :: LA VOZ
CÁDIZ

La alcaldesa respalda la compra de Navalips para reordenar Zona Franca

Teófila Martínez recuerda la importancia de iniciar al mismo tiempo la reconversión del área de Supersol, junto al puente, en un centro comercial

Cádiz Actualizado: Guardar
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La relación entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Zona Franca pasa por uno de sus mejores momentos, a pesar de las diferencias políticas que separan a los gestores de ambos organismos. La buena sintonía que existe entre la alcaldesa, la popular Teófila Martínez, y el delegado del recinto fiscal, el socialista José de Mier, ha dejado su impronta en el desarrollo urbanístico que pesa sobre el recinto exterior de la Zona Franca.

El nuevo plan urbano de la capital, que aprobará la Junta a final de año de forma definitiva, prevé entre otros asuntos la reordenación total de este polígono industrial que se encuentra a la entrada de Cádiz por el puente de Carranza. Cada parte ha puesto su granito de arena para sacar adelante este ambicioso proyecto, que servirá para mejorar el principal acceso a la ciudad y, al mismo tiempo, constituir un polo de atracción para la implantación de nuevas empresas.

La Zona Franca ha anunciado la compra de la factoría de Navalips, sin uso desde 2005. La antigua fábrica de hélices navales es propiedad de Sepides, un grupo perteneciente a a la SEPI, que tiene entre sus objetivos la revitalización económica de antiguas zonas industriales sometidas a reconversión.

Zona Franca comprará el terreno por unos cinco millones de euros y abrirá la puerta a la reordenación del entorno del estadio Carranza por la avenida de Juan Carlos I y del barrio de Loreto. Este movimiento ha sido recibido con satisfacción por la alcaldesa, Teófila Martínez, porque ve como la mejora del recinto exterior marcha por buen camino.

La regidora aclaró ayer que el nuevo PGOU ha puesto las bases para una actuación que se centra sobre 211.000 metros cuadrados. De hecho, el Ayuntamiento y Zona Franca han unido sus fuerzas para gestionar el proyecto desde una oficina y a través de una comisión de trabajo. La idea es compaginar el uso hotelero, industrial, ocio y residencial.

Actuación paralela

La adquisición por parte de Zona Franca del solar de Navalips supone un paso adelante para convertir los alrededores del estadio y de esta nave en uno de los ejes económicos más importantes de la ciudad. La alcaldesa destacó ayer que la actuación en Navalips permite ahora iniciar la reconversión del recinto exterior por los dos extremos.

¿Qué se pretende hacer en ese complejo industrial dominado ahora por naves vacías? El nuevo plan urbano de Cádiz lo deja muy claro. Si se toma como referencia el Supersol, junto a la factoría de Altadis, y los Talleres Faro, a los pies del puente Carranza, la previsión es ocupar ese suelo con un centro comercial y de ocio. Para ello Zona Franca y el Ayuntamiento mantienen un convenio de actuación, ya que ambos conservan propiedades en ese espacio. El desarrollo de la zona seguiría por lo que hoy se conoce como Ronda de Vigilancia y calle de Algeciras. Ambas arterias albergan unas 275 naves, de las que el 45% están vacías o abandonadas. La propuesta municipal que recoge el plan urbano pasa por crear un nudo de oficinas y áreas de negocio con aparcamientos y servicios de hostelería hasta la glorieta de Zona Franca. Es decir la primera fase de la reordenación llegaría hasta Navalips.

La alcaldesa calcula que esta actuación urbanística necesita de una inversión de 600 millones de euros y permitiría la creación de 5.000 puestos de trabajo. Otro de los pasos que ambas administraciones ya han dado es la puesta en marcha de 17 naves de realojo para albergar a las industrias existentes mientras duren las obras. Ya se construyen en el antiguo suelo de la térmica, junto a Puntales.

El siguiente punto de actuación sería la antigua fábrica de Navalips y su entorno. La alcaldesa destacó ayer que en esta zona el Ayuntamiento no entraría en convenio con Zona Franca, ya que en este espacio no hay propiedades conjuntas. Es decir, sería una inversión solo de Zona Franca. Teófila Martínez sí que dejó muy claro que el destino de la antigua fábrica de Navalips es para el Palacio Metropolitano de Espectáculos, un híbrido multiusos con capacidad para 10.000 espectadores, que contará con restaurantes.

Gran área de desarrollo

Zona Franca considera que la gestión de este complejo puede ser un negocio, ya que dispondrá de aparcamiento público y servicios de catering. Esta actuación se dibuja en una de las zonas con mayores expectativas de desarrollo como es el entorno de estadio Carranza. No hay que olvidar que el Ayuntamiento defiende la obra que se desarrolla en la tribuna del estadio, mientras que Zona Franca ha sacado adelante la reconstrucción de ambos fondos del campo de fútbol. El estadio se ha convertido en centro de oficinas, sede de una parte de los juzgados, centro comercial y se busca ahora la implantación de una cadena hotelera, un gran gimnasio y un Decathlon.

Este escenario es el que hace más atractiva la adquisición de los 14.000 metros cuadrados de la parcela de Navalips. La alcaldesa declaró a este periódico que se trata de una decisión positiva por parte de Zona Franca. El plan urbano recoge además el uso residencial de un hueco entre Navalips, la avenida de Juan Carlos I y el barrio de Loreto. El Consistorio prevé construir 854 viviendas, de las que el 45% de ellas serían de protección oficial, en ese solar.

Esta actuación en el perímetro de la Zona Franca requiere de tiempo e iniciativa privada. El plazo para poner en pie el proyecto es de, al menos, ocho años. La reordenación solo ha empezado.